El otro día, en la reunión del club de lectura al que asisto, se nos ocurrió una manera muy curiosa de escribir un relato. Uno de los asistentes llevó un juego de 9 dados con dibujos diferentes, así que decidimos lanzarlos e inspirarnos con algunos de los dibujos que salieran para escribir un relato corto de unas 100 palabras. Este fue el resultado de los dados:
Los he mirado y remirado y he decidido emplear algunos de los elementos que han salido para escribir una historia. También me voy a servir de las, en mis oídos, terribles palabras que me dijo un alumno en clase el otro día: "leer es un rollo". He aquí mi humilde relato:
EL MEJOR REGALO DE CUMPLEAÑOS
"Era miércoles, el ecuador de la semana escolar, pero no era un día cualquiera: era su 10º cumpleaños. A lo largo de la mañana sus compañeros fueron felicitándole y algunos incluso dándole el mejor de sus cromos como regalo. Pero lo mejor estaba por llegar, pues cuando volviera a casa le esperaría el ansiado regalo de sus padres. ¿Qué sería esta vez? No podía estar más feliz. Sin embargo, cuando más tarde llegó el momento de abrir aquel regalo, la decepción y la desilusión se apoderaron de él. ¡Le habían regalado un libro! "¡Qué aburrimiento! ¡Leer es un rollo!"-pensó. Subió a su habitación, tiró el libro contra la pared y se echó furioso en la cama.
Cuando pasó un rato y con él el enfado, el niño se quedó mirando el libro que estaba tirado en el suelo y se fijó en el dibujo de la portada que antes no había visto y que ahora llamaba poderosamente su atención. En él salía lo que parecía una nave espacial con dos alienígenas en su interior, algo que le encantaba de sus películas y videojuegos favoritos. Lentamente, abrió el libro por la primera página y comenzó a leer. Aquello no estaba mal. Pasó de página. La historia parecía despertar un interés en él. Volvió a pasar de página. Tan emocionante se ponía lo que leía que siguió pasando más y más páginas. No podía parar de leer, aquella historia ejercía un poder de atracción sobre él como si de un imán se tratase. Y así, sin darse cuenta, de pronto su madre tocó a la puerta y le anunció que la cena ya estaba en la mesa. "¿Ya es la hora de cenar?"-preguntó el niño. ¡Se le había pasado el tiempo volando! Dejó el libro abierto por la última página leída y salió hacia la cocina. Su madre se acercó a la cama y vió cómo su hijo había dejado el libro, aguardando a seguir siendo leído. Esbozó una sonrisa en su cara."
Este niño bien podría ser el alumno que me dijo eso en clase, pues casi siempre que dicen eso es porque no han leído nada y si lo han hecho ha sido por obligación, para algún trabajo de clase. Cuánto cambiaría el cuento, nunca mejor dicho, si esos niños descubrieran el apasionante mundo de la lectura de otra manera mucho más atractiva y no creándoles la idea de que es una obligación. Por eso, como docente, cuando se me presenta la ocasión, intento promover la lectura y hacer que mis alumnos disfruten leyendo. Porque a mí una vez, cuando también contaba con una corta edad como el niño de mi relato, me hicieron el mejor regalo de cumpleaños de todos los tiempos, un libro, y no sabéis lo agradecida que estoy ahora por ello . En fin, espero que os haya gustado.
¡Hasta el próximo post!
Me ha encantado tu post.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo contigo. Mi experiencia como madre en ese sentido me hace sentir este relato muy cerca.
Un abrazo,
Me alegra que te haya gustado y te haya resultado cercano. Muchas gracias por pasarte a leerme y comentar :)
EliminarTe felicito! está muy bien escrito. Me ha gustado mucho tu relato.
ResponderEliminarA mi hermana pequeña le gusta mucho leer y escribir y es raro porque no le suele gustar hacer nada. Quisiera que dedicase un tiempo a aprender a escribir pero no conocemos ningún sitio donde den algún curso o taller. Si tu conoces alguno te agradecería mucho que me lo comentases para ver si por lo menos se dedica a hacer algo que le gusta y no solo a tumbarse en el sofá Sonrisa
Un saludo!!!
Lo miraré y te diré algo, porque ahora mismo sólo se me ocurre el taller que organiza el ayuntamiento, pero las plazas vuelan y va gente mayor sobretodo. También creo que por internet se organizan cursos o algo similar y gratis. De todas maneras, mientras tanto, si le gusta escribir estaría guay motivarla a escribir como yo lo he hecho, lanzando unos dados al aire y dejándose llevar. Y como esta, hay muchas otras maneras. Todo es echarle imaginación ;)
EliminarEn fin, lo dicho, miraré a ver si encuentro algo y te lo digo. Muchas gracias por pasarte a leerme y comentar ;)
Saludos!!!