Una de las muchas cosas frikis que he hecho y de las que me siento orgullosa fue leerme El señor de los anillos en inglés. Sobreviví al intento y aquí estoy hoy para contároslo.
Durante mi estancia en Irlanda un día estuvimos con nuestros amigos irlandeses conversando en un pub. Cerveza en mano, hablábamos de un montón de cosas y, no recuerdo cómo, salió Tolkien en la conversación y con él, El señor de los anillos. Era el libro favorito de uno de los irlandeses que estaba con nosotros y admití no haberlo leído nunca. Lo que vino después fue una invitación a su lectura, mezclada con algunos reproches en tono de broma por no haberlo leído antes. El caso es que tiempo más tarde vi un volúmen único de la historia en una edición de bolsillo bastante chula y lo compré. Me hice la promesa de leerlo a mi vuelta a España y así fue: durante un verano me leí los tres libros que componen El señor de los anillos.
No fue fácil. Tolkien es muy espeso en algunas partes del libro, emplea páginas y más páginas en descripciones que perfectamente podía pasar por alto, aunque no lo hice. Ahora imaginaos eso en inglés. Cierto es que la lengua inglesa no es problema, pero también es cierto que en algunas ocasiones no entendía bien qué ocurría. En cualquier caso, leí las tres partes de seguido y sin ningún tipo de contratiempo. Y he de decir que me gustó mucho la experiencia, sobretodo porque luego volví a ver las películas y ahora entendía cosas que en el primer visionado se quedaron descolgadas.
Pese a que es un tocho impresionante, me gustaría volver a leerlo algún día. ¡Cuántas cosas quiero leer y qué poco tiempo tengo!
¡Hasta el próximo post!
No hay comentarios:
Publicar un comentario