¿Puede un libro que acabo de terminar de leer estar ya en mi lista de favoritos? La respuesta es sí. Y pensaréis, ¿cómo puede un libro ser capaz de romperme los esquemas? Para esta pregunta la respuesta es algo más larga. El caso es que así es, he tenido que sacar otro libro de la lista para incluir este en el último momento.
Se trata de uno de los pocos libros de ciencia-ficción pura y dura que me he leído y el primero que me deja con el culo torcido, totalmente alucinada tras haberlo terminado, a pesar de no haber entendido algunas cosas; y con la sensación de haber presenciado algo muy grande. Ya me lo decía la sinopsis, una obra que había servido de inspiración a películas como Minority Report o Matrix, títulos a los que una servidora añadió otros tantos que le rondaban la cabeza durante la lectura, como Doctor Who, Star Trek u Origen. El caso es que esto no hacía sino corroborar lo grandioso de la obra.
Como la brevedad apremia (se me han vuelto a acumular los posts por culpa del trabajo), no diré nada más sobre Ubik. Con este post he dejado constancia de lo mucho que ha significado este libro para mí. Además, ya hablé de él en mi otro blog.
¡Hasta el próximo post!
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