Si me conocéis un poco seguro que ya sabréis qué dos libros pondrán broche final a esta lista, pero no adelantemos acontecimientos, que todavía me queda hoy un hueco reservado a otro libro. El elegido ha tenido que competir contra muchos otros que finalmente he dejado fuera, pero creo que por su transcendencia en mi persona merece estar aquí hoy.
El libro de hoy pertenece a una colección y dentro de ella, a otra mucho más amplia. Estoy hablando nada más y nada menos que de la enorme colección de libros de la escritora juvenil Enid Blyton. Seguro que de pequeños habéis leído alguno de sus libros, de Los Siete Secretos, Los Cinco, el internado de Santa Clara, etc. Y si no habéis leído nada, segurísimo que los habréis visto alguna vez en las bibliotecas, pues hay tantísimos libros de Enid Blyton que se ven a leguas. El caso es que de pequeña un día fui con mi madre a la biblioteca, nos acercamos a esa sección y mi madre sacó uno de los libros de la colección de Misterios de Enid Blyton. No fue el primero de la serie, sino el número 5 si mi memoria no me engaña. Después de aquello he leído tantas veces esos libros que igual el número 5 no fue el primero, tengo dudas con el número 8 también, pero da igual. Lo que sí sé seguro es que fue uno al azar y ya avanzada la trama de los personajes, con lo cual hablaban de ellos en el libro y no me enteraba de algunas cosas, pues ya los habían presentados en los volúmenes anteriores. Pero bueno, pude conocer a los niños protagonistas a lo largo de la lectura y el misterio que se hallaban investigando me encantó. Así que después de terminar este libro que tanto mi madre como yo leimos, volvimos a la biblioteca a por el primero de la serie, para leerla de principio a fin.
Cuando terminé esta serie leí algunos de Los Siete Secretos o Los Cinco, pero no llegué a terminar las colecciones. Sus personajes no llegaban a cautivarme tanto como los niños de la colección de Misterios. Es que, además, ningún otro niño pudo compararse a Fatty, el niño gordito que véis en la portada del libro que dejo hoy. Era el que más destacaba en el grupo por su inteligencia y porque le encantaba disfrazarse para ir a buscar pistas. Tan sólo dos niñas gemelas consiguieron estar a su misma altura y son las niñas protagonistas de la serie del internado de Santa Clara, las hermanas O'Sullivan. Esta colección ya me pilló en otra biblioteca que abrieron nueva más cerca de mi barrio. Estaba nuevecita y creo que fui yo quien estrenó los libros.
El caso es que, aunque hoy destaque un libro por ser el primero y el que lo empezó todo, los libros de Enid Blyton en general han sido muy importantes para mí porque tienen la culpa, junto a otros tantos, de despertar mi interés por la lectura y estuvieron conmigo en una parte muy bonita de mi infancia, la de los veranos en los que visitaba la biblioteca todas las semanas. Palabras como "emparedado", "jengibre", "pesquisa", "indagar" y muchas otras se me quedaron grabadas de todos estos libros. En fin, son muchos los recuerdos y los buenos momentos, así que aquí os dejo hoy un libro al que le debo mucho.
¡Hasta el próximo post!
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