A menudo me pasa lo siguiente: no recuerdo bien qué pasaba en los libros que he leído, pero sí recuerdo, y muy vívidamente, la sensación que me produjeron al leerlos en su día. A lo mejor soy yo que tengo memoria de pez, pero ¿no os ha pasado eso nunca? El caso es que hoy os traigo un libro que he leído dos veces y me ha encantado siempre y del que recuerdo vagamente algunas cosas, aunque lo importante sí lo tengo aun en mente.
Conocí a este autor gracias a mi hermano, que se había leído El príncipe de la niebla, un libro dirigido a un público juvenil y que precisamente él había leído en el instituto. Por cierto, a pesar de haber leído ya varios libros de Carlos Ruiz Zafón, este que os digo todavía no lo he empezado... se me acumula la faena... En fin, a lo que iba. Conocía al autor y mucho bombo se le estaba dando a su más reciente obra, La sombra del viento. Todo el mundo que se había leído esta obra había quedado fascinado, yo no iba a ser menos. Y ¡vaya si quedé fascinada! Este libro ocupa hoy este post porque es de las pocas obras que me han tenido tan embelesada en la lectura que no podía parar de leer, de los de quedarse toda la noche en vela hasta terminarlo. Creo que eso me ha pasado también con algún que otro libro de la saga Harry Potter y poco más. Así que, aunque sólo sea por esa capacidad de atracción, espero que sintáis desde ya algo de curiosidad por leer este libro si no lo conocéis aun.
Para convenceros un poco más os voy a dejar la sinopsis de La Casa del Libro:
Un amanecer de 1945 un muchacho es conducido por su padre a un misterioso lugar oculto en el corazón de la ciudad vieja: El Cementerio de los Libros Olvidados. Allí, Daniel Sempere encuentra un libro maldito que cambiará el rumbo de su vida y le arrastrará a un laberinto de in
Ayys, que grande es este libro^^ Gracias a tu hermano y a ti conocí a este hombre.xD Me regalasteis El príncipe de la niebla y años más tarde creo que también La sombra del viento.(yo también soy de memoria Dori :P)
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