Cada vez que pasó por allí y miro hacia aquel local, me invaden una pena y una nostalgia tremendas. Ahora es un negocio diferente, creo que una tienda de ropa, pero hace muchos años fue el lugar al que acudíamos por lo menos una vez a la semana, sobretodo los viernes, y entrábamos y salíamos con una gran sonrisa. Era el videoclub de mi barrio, el videoclub Charlot.
La foto no se corresponde al videoclub Charlot |
Era un local pequeño, pero para una niña como yo, aquello era enorme. Las estanterías estaban repletas de cintas y cuando salía alguna película nueva, había muchas carátulas del mismo título. Si era un peliculón de estreno, de esos tan solicitados, había entre 10-15 fundas vacías. Uno iba allí con la esperanza de encontrar alguna copia que no tuviera puesto el cartelito de "Alquilada" para así poder verla en casa. Nunca tuvimos la suerte de ser de los primeros en alquilar un taquillazo, siempre llegábamos in extremis al videoclub y podíamos tener suerte de que quedaran un par de cintas o no. Para Titanic hubo que esperar, por poner un ejemplo. Nos paseábamos por el videoclub durante unos largos minutos para decidir qué dos pelis (a veces incluso 3) nos íbamos a llevar para ver durante el fin de semana. Además, si devolvíamos la peli con anterioridad, nos daban un bono para que el próximo alquiler fuera más barato o gratuito. Había películas que incluso sacaba una y otra vez, como una de dibujos animados del Inspector Gadget u otra de Isidoro. Unos cuantos títulos que recuerdo con cariño de cuando era más pequeña son Todos los perros van al cielo, Ferngully, La Tostadora Valiente o La Princesa Cisne. Qué época más bonita, aquella en la que nos quedábamos los 4 en familia viendo una película. Pero aquello se acabó. Los DVDs aparecieron tímidamente, muy poca gente tenía ese reproductor en casa, aunque no pasó mucho tiempo antes de que se pusiera de moda y oficialmente el DVD le quitara el puesto al VHS.
Desaparecieron los vídeos, las cajas de películas en este nuevo formato ocuparon las estanterías. El videoclub experimentó ese gran cambio, pero este nuevo sistema traía consigo un gran problema: la pirateria. Sería hipócrita generalizar este punto, pues todos hemos participado de ello, así que con gran pesar admitiré que dejé de ir al videoclub. El entusiasmo ya no era el mismo. ¿Para qué iba a pagar por algo que podía conseguir sin coste alguno? Mis ojos se paseaban por aquellas estanterías, pero ya no veían las películas con el mismo ánimo, pues podía conseguirlas por internet. Por lo tanto, alquilar una película se convirtió en un acto que hacía a desgana. El videoclub se convirtió en un juguete roto, ese con el que has disfrutado mucho pero que cuando creces o te cansas dejas de lado sin volver la vista atrás. Y justo en este punto acaba mi historia con el videoclub Charlot, ese que tanto me había dado.
Esta no es la historia de un único lugar, es la de muchos negocios como este o de otro tipo. No hay nada peor que caer en el olvido, que ya nadie quiera saber nada de ti. Pero que los últimos momentos no empañen la historia tan bonita que hay antes. El videoclub Charlot será siempre el lugar en el que descubrí el cine, mi pequeño cuartito de proyección, como el de la película Cinema Paradiso. Una historia un tanto triste que por desgracia sucede muy a menudo en muchos ámbitos de la vida. Siento dejaros con mal sabor de boca hoy, pero la vida es así.
¡Mañana más!
También era mi videoclub =___)
ResponderEliminarTodos los perros van al cielo, Dot y la Ballena, En Busca del Rey del Sol... estas dos últimas intenté que me las vendiesen porque las quería tener para mí, y no hubo manera. Hoy en día las tengo bajadas en calidad pésima, como me gustaría conseguirlas >__<
Cuando iban a cerrar pasé por allí y me llevé un par de DVDs baratos, y ahora me da una pena tremenda pasar y ver que ya no existe. Nosotros también íbamos muy a menudo (de hecho mi antigua casa está en la calle de al lado) y me pasaba horas, aunque casi siempre acababa eligiendo las mismas xDD
Ay, qué nostalgia =(
Vivías por aquí? madre mía, cuántas cosas en común! El barrio, el videoclub y la guardería! jajaja Por cierto, he recordado nuevos títulos, como una peli Disney en la que salía una ballena cantora, la versión animada de El Señor de los Anillos (que me daba mucho agobio) o la de un mono llamado Goku. Ainss, qué tiempos! :)
Eliminar