Hace 19 años de esta dedicatoria en un libro que lo cambió todo para siempre. No sé qué habría pasado de haber sido otro título el que mis padres me hubieran regalado, ¿me habría animado tanto a seguir leyendo? Nunca lo sabremos. Matilda, aquella niña protagonista del libro del mismo nombre, era una lectora empedernida, una niña que se divertía y pasaba el tiempo en la biblioteca o leyendo en su habitación. Aquello le aportaba algo que yo también quería descubrir, de ahí mis enormes ganas de ir tanto a la biblioteca al salir del colegio por la tarde. Y miradme ahora, esto no hay quien lo pare.
Hay preguntas de muy difícil respuesta, como la de "¿cuál es tu libro favorito?", pero yo no me caliento la cabeza y voy a lo fácil y a lo que realmente siento: los libros de la infancia. No, no hablo de los típicos con dibujitos del parvulario. Me refiero a tu primer libro largo, el que empieza a tener muchas más páginas y texto y menos dibujos, aunque no los abandona del todo. Esa primera toma de contacto del niño con un libro mucho más serio que aquello a lo que está acostumbrado es muy importante porque deja huella y creo que de alguna manera determinará el futuro lector del niño. Por lo menos en mi caso así ha sido. Por eso agradezco enormemente a mis padres que me regalaran este libro. Siendo sincera, y para que veais por qué creo que el primer libro es importante, os diré que en aquel cumpleaños de 1995 me regalaron Matilda y otro libro más de esa colección de Alfaguara cuyo nombre no recuerdo y que empecé a leer tras Matilda y dejé a medias porque no me gustó. Si ése hubiera sido mi primer libro, creo que hoy en día mi apetito lector no sería de tal magnitud. Ya digo que ese mismo entusiasmo que tenía Matilda en su historia se me pegó de ella y de nadie más. Entonces, a la pregunta de mi libro favorito, ¿para qué calentarme la cabeza pensando y seleccionando sólo uno? Matilda resume a la perfección lo que siento por la lectura, así que ésa es mi respuesta: Matilda.
En fin, con esto doy por terminada esta lista de favoritos. ¿Quién sabe? Quizá un día la retome y siga ampliándola, porque tened por seguro que hay muchísimos otros libros que me he dejado fuera. He intentado coger un poco de todo, centrarme un poco también en los de mi infancia y adolescencia, en los que leí después durante la carrera, en los de los veranos en los que no tenía preocupaciones; pero me dejo fuera a autores muy importantes para mí como Virginia Woolf, Jonathan Swift, José Saramago, Charles Dickens, Jane Austen, etc. Además, me quedan otros muchos autores y obras por descubrir. Ya sabéis que mi respuesta es Matilda, pero quizá mi libro favorito, ése que remueva todos mis cimientos, esté aun ahí fuera y no lo haya leído. O puede que ni siquiera haya sido escrito...
Muchas gracias por acompañarme durante estos 30 días en este experimento literario. Espero que en algún momento haya conseguido que os pique la curiosidad y queráis leer alguno de los libros de esta lista. Si es asi, contádmelo, que me hará mucha ilusión ver que no ha caído esto en saco roto.
Pues nada, eso es todo. Gracias por acompañarme durante estos 30 días de fiebre literaria.
¡Hasta el próximo post!