Hace muchos años vi la película El Gran Dictador. Sublime, de lo mejorcito de Charles Chaplin. No recuerdo muy bien ahora cómo el personaje llegaba a esta conclusión, pero este discurso final que os dejo hoy aquí para mí es de lo mejorcito del cine. Es uno de los mejores discursos de la historia y qué paradójico que sea de manos de un actor cómico.
Lo que vais a ver es un montaje hecho con ese discurso, convirtiéndolo en una canción. Viene a decir que los tiranos algún día se van y todo ese odio que han ido generando se erradicará, porque la gente es buena y unida puede conseguir grandes cosas, ser mejores a pesar de los pesares. El poder hay que usarlo para bien, no para mal y la gente es la que sostiene ese poder. El gobernante ha de usar el poder que el pueblo le da para hacer cosas buenas. Y él, como gobernante en la peli, se da cuenta de ello, de que no está ahí para tiranizar, sino para trabajar por y para el pueblo.
¡Cuánto deberían aprender y aplicarse el cuento muchos gobernantes! Cierto es que Chaplin claramente se está refiriendo a esa gran herida que abrieron los nazis en Alemania y en todo el mundo, pero la esencia de su discurso es aplicable a cualquier forma de gobierno democrático y es primordial para cualquier sociedad
Y aquí os dejo el discurso original de la peli. Genial
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