Hay que ver lo que cuesta comprarse un coche. ¡Cuánto papeleo y cuánta cosa! Mi coche estar, estaba listo en el concesionario, pero me faltaba contratar el seguro. Después de mirar en varias compañías y dar miles de vueltas, por fin tengo seguro y mañana mismo iré a recogerlo. ¡Qué ganas! Estoy bastante nerviosa. Ya os contaré qué tal la primera experiencia conduciéndolo. Pero ahora, al lío. Ahí va la segunda tanda de discos:
ESOS PEQUEÑOS GRANDES DESCONOCIDOS
Disco nº 5: Love of Lesbian - 1999 (o como generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)
Llevan ya unos años en el panorama musical, pero nunca había oído hablar de ellos hasta hace bien poco. Ahora son uno de los grupos que más me gusta y que más escucho, porque nunca fallan con ninguna de sus canciones, pero tengo que reconocer que la primera vez que, por curiosidad ya que se hablaba tanto de ellos, puse una de sus canciones al azar, no me gustó demasiado la voz de su cantante. Pero como no soy de las que juzgan a primera vista, les di una segunda oportunidad y ahora os prometo que estoy enganchada a esa voz que encuentro tan peculiar. Además, después de haberlos visto en directo en San Vicente hace unos meses, mis dudas han quedado más que disipadas. Y es que este es un grupo de los que hay pocos. Es uno de esos conjuntos que van a más y siempre gustan y cuyos álbumes tienen el don de engancharte de principio a fin. Vamos, que con ellos no pasas una canción porque te aburra, sino que te zampas el disco de principio a fin y sin pararlo.
Éste es el primer disco que escuché de ellos y del que tocaron la gran mayoría de las canciones del concierto al que fui. Tiene cancionzacas, para qué vamos a engañarnos. Empieza con una canción potente, Allí donde solíamos gritar, para seguir con todo un temazo, Club de fans de John Boy. Una vez que te ha embaucado y has caído en sus redes, te regala grandes temas como Algunas plantas, Incendios de nieve o Te hiero mucho. Todo un tesoro musical. Se tiene que venir conmigo al coche.
ESOS PEQUEÑOS GRANDES DESCONOCIDOS
Disco nº 5: Love of Lesbian - 1999 (o como generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)
Llevan ya unos años en el panorama musical, pero nunca había oído hablar de ellos hasta hace bien poco. Ahora son uno de los grupos que más me gusta y que más escucho, porque nunca fallan con ninguna de sus canciones, pero tengo que reconocer que la primera vez que, por curiosidad ya que se hablaba tanto de ellos, puse una de sus canciones al azar, no me gustó demasiado la voz de su cantante. Pero como no soy de las que juzgan a primera vista, les di una segunda oportunidad y ahora os prometo que estoy enganchada a esa voz que encuentro tan peculiar. Además, después de haberlos visto en directo en San Vicente hace unos meses, mis dudas han quedado más que disipadas. Y es que este es un grupo de los que hay pocos. Es uno de esos conjuntos que van a más y siempre gustan y cuyos álbumes tienen el don de engancharte de principio a fin. Vamos, que con ellos no pasas una canción porque te aburra, sino que te zampas el disco de principio a fin y sin pararlo.
Éste es el primer disco que escuché de ellos y del que tocaron la gran mayoría de las canciones del concierto al que fui. Tiene cancionzacas, para qué vamos a engañarnos. Empieza con una canción potente, Allí donde solíamos gritar, para seguir con todo un temazo, Club de fans de John Boy. Una vez que te ha embaucado y has caído en sus redes, te regala grandes temas como Algunas plantas, Incendios de nieve o Te hiero mucho. Todo un tesoro musical. Se tiene que venir conmigo al coche.
Disco nº 6: Second - Fracciones de un segundo
No recuerdo en qué momento y con qué canción empecé a escucharlos, pero lo que sí recuerdo es que al escuchar este disco fue como si me sonaran todas las canciones. Ya los había escuchado antes en algún sitio. Al momento ya quedé prendada con este álbum. Vuelve a ser uno de esos grupos que son tan buenos en lo suyo que poco esfuerzo tienen que hacer para gustar al público. Vamos, conmigo lo consiguieron en cero coma. Además, a ellos también los vi en un concierto, acústico para más inri, y me sorprendieron para bien. Esa fuerza, ese optimismo y ese buen rollo nos lo supieron transmitir. Se merecen estar en mi coche, para esos momentos en los que me quiera desestresar y cante a grito pelado.
Disco nº 7: The Ting Tings - We started nothing
A estos aun no los he visto en directo, pero a puntito he estado. De todas formas, son de los pocos por los que una servidora se pondría a gritar al viento como Escarlata O'Hara que "¡a Dios pongo por testigo que los veré en concierto algún día!"
La primera canción que escuché fue la de That's Not My Name, que tenía un algo. No era un gran tema, ni tampoco decía mucho de ellos, pero sí enganchaba. Fue de las últimas canciones que sonaban en Irlanda cuando estuve de Erasmus, por eso me la descargué y formó parte de mi banda sonora allí. No volví a saber de ellos hasta que un año después me fui de viaje a Londres y visité una tienda de discos HMV. Allí estaba este disco, en oferta además, y me llamó la atención. Como quería traerme algo nuevo que no hubiera escuchado antes, me lo compré y, queridos lectores, aquello fue amor a primera vist..."oída". Este álbum forma parte también de mi colección de ducha. Sí, los discos que pongo en la radio cuando me estoy duchando y que me transmiten un buen rollo (ahora ya sabéis por qué he llegado tarde alguna vez a los sitios si antes me he tenido que duchar...). Ahora quiero que haga doblete en mi colección de coche.
Disco nº8: Sidonie - El incendio
Hace unos pocos meses, mientras leía el periódico local, vi un concurso en el que sorteaban 5 entradas dobles para ir a verlos a San Vicente. Gané. No los conocía para nada, sólo sabía que a un par de amigas mías les gustaban, pero como no tenía otra cosa mejor que hacer, agarré a mi hermano en contra de su voluntad y allá que nos fuimos de concierto. Horas más tarde, cuando llegamos a casa, los dos nos pusimos como locos a escuchar las canciones en Youtube. Y es que estuvieron genial. Guitarras eléctricas por un tuvo, al más puro estilo de rock; unas letras simples pero con garra, unos tipos super majos y cachondos que no pararon de animar al público, y un ambientazo allí genial. Así, ¿cómo no vamos a quitarnos el sombrero ante un grupo como este? Además, tengo una anécdota con el cantante que ya no me hace olvidarlos. Veréis, iban a cantar una lenta y pidieron al público que nos sentáramos en el suelo. Yo no tenía espacio suficiente para poder sentarme, así que me quedé en cuclillas. El problema era que me acababa de beber una litrona de cerveza prácticamente yo sola y en aquel momento estaba un poco mareada, así que de aguantar el equilibrio, poco. Entonces el cantante empezó a pasearse entre todos nosotros y se puso justo a mi lado. Yo estaba de los nervios porque estaba poniéndole el micro a la gente para que continuaran la canción y ya sabéis que yo no me sabía ninguna. Además, mi equilibrio no estaba en su mejor momento, no paraba de balancearme intentando no caerme y el gracioso de mi hermano no ayudaba, pues estaba dándome toquecitos para que me cayera, riéndose de la situación. Vamos, que por poco me como al cantante ahí mismo, ante la mirada de todo el mundo. En fin, dentro de este disco guardo también estas anécdotas. ¡Al coche!
Disco nº 9: Two Door Cinema Club - Tourist History
Este disco también engancha de principio a fin. Es como el canto de las sirenas, que lo vuelven a uno tonto. Son el gran descubrimiento del año y a lo grande, porque los conocí en verano y ya se sabe que la banda sonora de un verano deja huella para toda la vida. Fue en Murcia, en el coche de una amiga, a todas horas, en todas las carreteras, en todas las celebraciones. Esas cosas, si me permitís volver a usar la expresión, dejan una profunda huella y transforman las cosas mágicamente en grandes recuerdos.
Hace unas semanas, mientras miraba discos en la Fnac, encontré este álbum y no me lo pensé dos veces, lo compré. Lo tengo ahora como el más mimado de la casa, porque es el nuevo, el último, y el que hasta hace bien poco escuchaba sin parar en tierras murcianas. Si lo disfruto tanto en casa, en el coche tiene que ser una pasada. Os dejo con todo un temazo que, además, tiene un vídeo muy bueno:
Disco nº 10: Vetusta Morla - Un día en el mundo
¿No os ha pasado alguna vez que, estando en la tienda de discos, hay alguno que os atrae por razones desconocidas? No estoy hablando de que os llame la atención por su portada sino que, por algo totalmente incomprensible, sintáis deseos de comprarlo a ver qué tal suena. Pues eso me pasó con éstos. Sacaron el disco y a mí, sin saber nada de ellos, me entraron las ganas de tenerlo.
Pero eso de que no los había escuchado antes no era cierto del todo. Una noche que salí de fiesta por Guardamar sonaba una canción que me encantó y de la que intenté retener parte de la letra para buscarla luego por internet. No hubo suerte, memoricé mal la letra y no encontraba nada que se le pareciese. ¡Qué lástima! Esa canción parecía un fantasma, una ilusión que nunca había existido. Y cuando ya la había conseguido olvidar, va y me suena un día en un bar. Como os imaginaréis, por supuesto que me puse como loca a preguntar a todo el mundo qué canción era y de quién. Cuando me respondieron que era Valiente de Vetusta Morla me quedé blanca. Ése era el disco que me había atraído tanto en la tienda. En serio, fue todo como muy fantasmal, de hechizo. Que la canción pasará ante mi como un fantasma y que el cd me atrajera tan irracionalmente no es algo muy normal. Así que nada, el disco fantasma se viene a aparecerse en mi coche. Espero que no incite a que una de estas noches que conduzca bajo la lluvia me aparezca la niña de la curva...
Pues nada, hasta aquí la segunda tanda de discos. ¿Qué os parecen? ¿Veis ya al "elegido" para estrenarme el equipo de música? Os dejo comentando. ¡Hasta la próxima!
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