jueves, 7 de octubre de 2010

Arrancando motor

Allí estaba, cubierto con una tela roja. Parecía un regalo, un regalo enorme, de esos tan grandes que te cuesta trabajo creer que lo hayan podido envolver tan bien. Lo hemos destapado. Precioso. Con ese color azul estrella que a mí tanto me gustó la primera vez que lo vi. Con esa elegancia y esa presencia. Olía a nuevo, ese olor que sólo desprenden los primeros días. Me lo han explicado todo. Demasiada información en tan poco tiempo. Lo he arrancado. IMPRESIONANTE.

De verdad, conducir este coche ha sido algo increible. Acostumbrada como estoy al coche viejo, con este he notado una diferencia abismal. Para empezar, con los nervios que tenía, me ha venido de perlas poner el aire acondicionado. Ya no volveré a ir en una sauna móvil. Además, el coche va solo, no tengo que pisar los pedales a fondo ni para acelerar ni para frenar, con un toque suave es suficiente. Y cuando he ido a aparcarlo, ¡eso sí ha sido orgásmico! Ya no tendré que hacer músculo y sudar la gota gorda para mover el volante porque tengo dirección asistida, el mejor invento que ha creado el hombre después del microondas. Ahora puedo hacer como en Karate Kid, "poner cera" y "pulir cera" para mover el volante con una sola mano. MARAVILLOSO.

Os dejo una imagen sacada de internet, del modelo de coche y color, aunque mi coche (MI coche, ¡qué bien suena!) es ligeramente diferente, porque tiene 5 puertas y no 3 como hay aquí en la imagen.

1 comentario:

  1. me meo con lo de karate kid!

    meskanta tu coche y como ya te dije: dame una vuelta, dame una vuelta xDD

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