No soy una experta en cine. Ni siquiera consideraré lo que voy a hacer aquí una crítica propiamente dicha, pero tengo muchas ganas de analizar y comentar mi opinión acerca de la Cuatrilogía de Alien. Así que allá voy. Antes de comenzar, me gustaría advertir de los SPOILERS. Si no habéis visto por lo menos las dos primeras películas, entonces no sigáis leyendo porque os puedo fastidiar una de las mejores sagas de ciencia-ficción de todos los tiempos.
En primer lugar, de manera muy general os diré que mis grandes favoritas son las dos primeras entregas de Alien. Las otras dos películas, como si no existieran. Se habla de una cuatrilogía porque hay 4 películas, pero no todas merecen la alabanza del público, de los fanáticos de la antología. Sí me considero una fan más de Alien, pero ya entenderéis por mis palabras por qué precisamente por eso rechazo las dos últimas entregas.
1979. Con la escasa tecnología y medios de la época, el señor Ridley Scott se monta un peliculón. No le hace falta un despliegue de medios inmenso, ni efectos especiales grandiosos. Con toda la sencillez del mundo, sin grandes ostentaciones, crea un espacio que a ojos del espectador es más grande de lo que en realidad sería. No tengo datos de cómo fue el rodaje, pero me atrevería a decir que el decorado del Nostromo, la nave espacial en la que viajan los 7 protagonistas, serían dos o tres pasillos a lo sumo. No hacía falta más. La película no va de epicidades, no necesita escenas de acción constantes. Es mucho más sencilla que todo eso porque no es una película de acción. Ésta pasa a un segundo plano que desaparece en muchas ocasiones. Alien es un film de terror psicológico. El hilo conductor de toda la trama es el miedo, el miedo a lo desconocido en un ambiente conocido, esa sensación que se apodera de nosotros cuando de repente un entorno que nos es familiar se convierte en una verdadera pesadilla. Ésa es la esencia de la película. No hay más. Como espectadores, vivimos todo lo que les pasa a los protagonistas con ellos, nos sentimos como ellos en todo momento. Si tienen la curiosidad de ir a ver qué hay dentro de esa nave que encuentran, nosotros también. Si les agobia saber que tienen un bicho a bordo, a nosotros también. Y si tienen miedo porque han perdido de vista a esa criatura, nosotros también lo sentimos.
Hablaba antes de que lo conocido se vuelve desconocido y, por tanto, una pesadilla. Una profesora que tuve en la universidad empleó esta tesis y esta película para explicarnos qué era el gótico en las novelas del siglo XIX. ¿Qué elementos componen el gótico? ¿Qué sucede para que de pronto nuestro entorno sea algo completamente diferente? Entre otras cosas, la escena tenía que ser a oscuras, sin luz. También debían oirse y sentirse ruidos y presencias extrañas, algo que sometiera al protagonista al miedo. Todo esto viene a ser crear un ambiente de misterio y tensión. Además, el espacio solía ser un castillo o monasterio, lugares antiguos y cerrados. A simple vista podemos darnos cuenta de que Alien comparte muchas de esas características. No es un castillo pero sí una nave grande y, lo más importante, cerrada. Todo sucede, pues, dentro de ese espacio cerrado, no hay escapatoria para nadie. Eso crea aun más agobio. La película también es conocida como "El 8º pasajero", haciendo clara referencia a esta situación de encierro.
No quiero enrollarme más con esta primera película. Decir simplemente que crea escuela. Inventa una criatura que se reproduce y comporta de un modo especial. Esa escena en la que por primera vez sale un alien atravesando el pecho de un humano es lo mejor que nos ha dado el cine, a pesar de que algunos planos son un poco cutres. A partir de ahí veríamos eso mismo suceder en todas las siguientes entregas, como un guiño a la grandiosidad de esta primera cinta. Pero nunca sería tan genial como en esta primera vez, por mucho que los medios permitieran hacer algo mejor visualmente hablando.
1986. Pasan 7 años desde la primera película. La tecnología cinematográfica ha evolucionado y nos permite ver cosas mucho mejores por lo que a lo visual se refiere. Su director, James Cameron, pretende hacer una secuela de verdad, no otra historia sobre los aliens. Por eso trata de ser lo más fiel posible a la película original y nos regala la presencia de Ellen Ripley, heroína indiscutible de la ciencia-ficción, una auténtica superviviente. Además, la trama se va a realizar en el planeta donde encuentras los aliens en Alien. La carta de presentación no puede ser mejor.
Volvemos a encerrarnos en una instalación. Ya no estamos en el espacio, pero sí solos en un planeta arrasado por no uno sino varios aliens que han salido de sus huevos y han nacido gracias a la presencia humana en esa colonía. Por decirlo de alguna manera, esa sensación de agobio de la primera película vuelve, pero en esta ocasión sí nos hallamos ante una peli de acción, con lo cual ese miedo se entremezcla con ella y la sensación resultante es otra diferente. Digamos que esta cinta tiene todo lo que le faltaba a la anterior. He dicho que pasan años y ahora sí podían permitirse unos buenos efectos especiales. Hay una constante lucha contra todos esos aliens. Ya no es uno el que nos amenaza, sino varios, con lo cual toca luchar. En Alien jugábamos un poco al escondite, huyendo de quien nos perseguía. O al revés, ese bicho huía de nosotros. Era como cuando ves una cucaracha en casa y la pierdes, ambas partes tenéis miedo de encontrar a la otra. Ahora tenemos una plaga en casa, tenemos Aliens, toca armarse de valor y provocar el enfrentamiento o acabarán contigo. Por eso la película no es igual que la anterior, a pesar de tener muchas cosas en común. Estamos, pues, ante dos grandes obras cinematográficas. La historia tiene una continuidad lógica e incluso deseada por el público. ¿Qué había pasado con Ripley? Todo el mundo quería saberlo y quedó muy satisfecho con la respuesta. Además, el final es el que la protagonista se merece. Ha pasado verdaderas calamidades desde que abandonó el Nostromo y ahora por fin ha destruido lo que creaba esa amenaza a la que estaba sometida. Ha acabado con la Reina, la pieza clave en esta jerarquía alienígena que inventa James Cameron. Ya no puede haber más aliens.... ¿o sí?
Sí, aquí es donde falla estrepitosamente la 3ª película. Como espectadora sentí un gran alivio cuando erradicaron el mal matando a la Reina. Era una historia creible y perfecta, el fin que la saga se merecía. Pero ya sabemos que el dinero mueve el mundo, y si algo tiene tirón hay que aprovecharse de ello sin pararse a pensar si en realidad perjudica al trabajo ya hecho. 1992. Pasan 6 años desde lo que para mí es el fin verdadero de la historia, una Ripley que por fin puede descansar. El señor David Fincher, que según me cuentan se dedicaba a hacerle los videoclips a Madonna, decide hacer una peli de acción. Y no una cualquiera. Va a atreverse a resucitar a los muertos y volver a traer la saga de Alien. Pero, ¿cómo es posible? ya no puede haber más aliens, no hay Reina. Y es aquí donde se sacan una historia del culo para poder continuar a toda costa con la saga: la Reina, en un último intento de perpetuar la especie y sabedora de que iba a morir, pone un huevo en la nave donde viajan Ripley y compañía. No es creible, pero nos lo creemos porque queremos saber qué va a pasar. ¿Cuándo pondremos, entonces, el grito en el cielo? Cuando hacia el final de la película nos enteremos de que ése no era un huevo cualquiera, no. ¡Era un huevo que contenía a la que sería luego la nueva Reina! Lo siento, pero eso ya no es creible, eso es reirse en la cara de todos nosotros. ¿Cómo es posible que la anterior reina creara un huevo tan especial en tan poco tiempo? Está bien, no seamos meticulosos, aceptemos que eso es posible, que la amenaza vuelve a estar vigente. ¿Acompaña todo lo demás? NO, para nada.
Llegados a este punto, lo único que nos une a Alien y Aliens (1 y 2, respectivamente) es la presencia del alien y Ellen Ripley. Dada la importancia y gran popularidad de ambos personajes, eso debería bastar para contentarnos, pero en realidad no son suficientes motivos. Esa dualidad podría brillar si se recondujera la historia de otra manera, pero el camino por el que la llevaron en Alien 3 no fue adecuado. Fincher quiso recontar la historia en un ambiente diferente, decirnos cómo afectarían ambas presencias en un grupo de presos sectarios; quería llevarse el premio a la originalidad dándonos una visión futurista de una parte de la sociedad, con sus nuevos pensamientos y doctrinas sacadas de una nueva pseudo-religión. Pero sus ganas de innovar se quedaron en eso, una intención. La película no consigue enganchar al espectador, peca de aburrida en muchos momentos y no produce el efecto deseado. Hablaba antes del miedo y los espacios cerrados. Pues bien, esta cárcel es tan inmensa y tiene tantos pasadizos que no sólo no da la sensación de encierro y de estar atrapados, sino que crea sensación de pérdida. Los presos intentan encerrar al alien o llevarlo por determinador lugar, pero nos perdemos. No sé a dónde van, no sé si van por el buen camino o si se han desviado. Me pierdo. Y si toda la película va precisamente de atravesar esos pasadizos para conducir al alien a donde queremos, me resulta pesada. Además, creo que hay unos 25 presos. El director se toma todo el momento que haga falta con ellos y por eso da la sensación de que estamos viéndolos morir uno a uno. Llegado a un punto ya te paras a mirar el reloj y ver cuántos quedan por morir para que termine el sufrimiento, el tuyo aguantando la película, no el de los personajes.
Eso sí, voy a ser justa y decir que Alien 3 sí tiene cosas buenas. Empieza con mal pie y nos trae una historia aburrida, pero no por eso vamos a dejar de ver lo positivo. Antes decía que el personaje de Ripley es de lo más grande que nos ha dado el cine. Ha sido una gran superviviente y ahora se enfrenta a una última prueba. Es portadora de la nueva Reina, pues el huevo que ponía la antigua Reina se abre y la mano asquerosa esa le confiere a ella ese embrión de alien. Esa es toda una revelación casi al final de la película que nos hace volver a sentir interés (todo siempre y cuando hayamos aceptado de buen gusto el planteamiento inicial de ese último huevo que pone la Reina). Nuestro interés reside en que Ripley no tiene otra salida más que matarse y así destruir lo que alberga en su interior. Ese momentazo al final de la película en el que salta al fuego para destruirse no tiene precio. Es espectacular, grandioso y deja de manifiesto que Ripley es la mejor. De hecho, se me pusieron los pelos de punta cuando lo vi.
Otro gran punto a favor de la película es la nueva relación que se establece entre el alien y Ripley. Alien 3 nos regala una de las mejores escenas del cine otra vez, y es
cuando ese alien que anda suelto aparece en la enfermería, mata a todos
los presentes y cuando se acerca a Ripley la observa con detenimiento y
se marcha dejándola ilesa. Por su parte, Ripley siente miedo, su cara
así nos lo muestra, pero tras verse inmune cambia de actitud. El motivo
de no atacarla es que se trata de la portadora de la nueva Reina, pero
gracias a esto se obra un cambio en esa dualidad que los enfrentaba. Ellen pasa de temer al monstruo a enfrentarse a él. Ha comprendido que el miedo no conduce a nada, por eso asume sin dilación que debe morir. Esta nueva forma de encarar al alien se verá mejorada en Alien 4, de la que ahora hablaré.
En fin, volvemos a tener un final apoteósico, a pesar de ser una peli soporífera. Ahora sí que todo ha acabado con el sacrificio de Ripley. No me gusta la película pero podría hacer una excepción y aceptarla como parte de la saga, pues tiene un buen final. Ya no podremos preguntarnos más qué será de Ripley porque ya no existe y no puede volver.... ¿o sí?
Y sí, señoras y señores, ahora sí que viene la mayor patraña del cine. Esto sí que es meter mierda en una saga que no se merecía esto. Por culpa de Alien: Resurrección o Alien 4, ahora resulta que pueden haber aliens humanos. Como lo oís. ¿Qué necesidad había de inventarse todas estas cosas? ¿Por qué no podían dejar que pensáramos sobre estas criaturas como ya lo hacíamos? Para nosotros, estos bichos siempre han salido de huevos que ponía una Reina. De ellos salía una especie de mano extraña que se adhería a cualquier ser vivo (en Alien 3 es una vaca, algo que me hizo mucha gracia, pues no era el humano de turno) y que le inyectaba un embrión dentro. Luego, una vez formados, estos embriones salían de forma aparatosa del cuerpo y ya andaban sueltos creando el kaos. Esto molaba. Así eran los aliens. Y ahora de repente tenemos una Reina (¿cómo que una reina? ¿de dónde sale?) capaz de gestar y dar a luz como los humanos.Conforme lo cuento parece que esto sea una broma de mal gusto. ¿Cómo hemos llegado a esta situación?
1997. Cinco años después de la innecesaria tercera entrega llega esto. Jeane-Pierre Jeunet, el director de Amelié, se ve que no tiene nada mejor que hacer que destrozar un clásico. Si antes llegaba a admitir la 3 como parte de la saga, con esta tengo que plantarme y rechazarla como tal. Esto ya sí que fue reirse de todos nosotros. Está claro que si nos preguntaran, por mucho que la historia estuviera zanjada, querríamos siempre más. Las buenas historias siempre son recordadas y echadas de menos cuando no están, y una parte egoísta de nosotros quisiera hacerlas volver, pero pensándolo mejor, DEBEN quedarse como están. Así que Jeunet es un egoísta que no ha sabido hacer caso a las advertencias y ha transgredido la paz en la que descansaba Ripley y, con ella, esta magnífica historia de ciencia-ficción.
Hay película porque vuelven los aliens. Y lamentablemente debemos incluirla en la ahora cuatrilogía porque vuelve también su gran protagonista, una Sigourney Weaver que brilla cada vez que se mete en el papel de Ellen Ripley. Pero, un momento. ¿No estaba muerta? ¿No se había lanzado al fuego de forma grandiosa? ¿No había dado su vida por la Humanidad? Mirad el título de la película: Alien: Resurrección. La Organización, que en todas las pelis ha hecho caso omiso de las advertencias y ha deseado a toda costa tener un alien para su posterior estudio, por fin se ha salido con la suya. A través de no sé qué muestras de sangre, logran clonar a Ripley. Pero no una Ripley cualquiera, no. A ella no la quieren, no la necesitan. Lo que quieren es lo que lleva dentro. Sí, la Ripley clonada es aquella que albergaba esa Reina en su interior, algo a todas luces inverosimil y que roza la ofensa al sentir que como espectador me tratan como si fuera idiota.
En fin, hecha la ley, hecha la trampa. Sí hay Ripley y Reina, hay película. De nuevo estamos en un espacio cerrado, otra nave. Esta vez no se comete el error de pasearnos por la vida y muerte de todos los pasajeros, sino que en un desalojo con escabechina incluído al principio nos deja ya con los personajes que importan. Sí, irán cayendo poco a poco, pero son pocos, no como en la 3ª película. Los que han muerto antes reciben lo que merecían. Durante toda la saga tenemos a una Organización cegada por la ambición y que no ve los peligros que eso entraña. Ahora les sale el experimento mal, como en todas las pelis, pero son ellos mismos quienes sufrirán las consecuencias. Es justo, no me dan pena. La que nos preocupa es Ripley y algún que otro personaje, como el de Winona Ryder o Dominique Pinon, que se ha ganado nuestra simpatía. Una vez más tienen que desalojar la nave y hacerla explotar para destruir a los aliens que andan sueltos. El argumento no resulta pesado, es más, te tiene entretenido. La película no aburre porque tiene acción y buenos personajes, pero se basa en algo inverosimil, inaceptable, grotesco, perverso y asqueroso. Y es que la Reina da a luz a un nuevo tipo de alien, uno que es medio-humano, pues la nueva Reina proviene de una humana, Ripley. Algo que no llego a entender ha variado en el proceso de gestación y nos da como resultado esa cosa. Por cierto, que ahora ese nuevo alien humano parece que tiene ciertos sentimientos hacia Ripley, su madre
(aunque en realidad sería su abuela). Es una visión casi enternecedora
innecesaria. Gracias que Ripley no cae en la trampa de sentir algo más
que lástima, porque en cuanto puede acaba con ella con decisión. La pena
sigue ahí, pero no llega a hacerla cometer una insensatez. Y ya para colofón final de estas atrocidades tenemos los otros experimentos de la Organización, intentando crear humanos medio aliens. Es una escena que sobra totalmente y, para mi decepción, corona las portadas de mi edición especial en dvd de la cuatrilogía. Tener que encontrarme esas imágenes y no otras me da rabia, pues no hacen justicia a la antología. Éso no es Alien. ¡Que me devuelvan el dinero!
Además, esta vez el final no nos deja tranquilos. Así como en anteriores películas el final siempre parecía decisivo y complacente, aquí no pasa. Ripley por fin, tras varios siglos en el espacio, regresa a la Tierra. Sabíamos que si lo llegaba a hacer alguna vez, le resultaría un lugar ajeno a ella, diferente, pues su familia y todo lo que conocía ya no estaba. Habían pasado 80 años casi entre la 1ª y 2ª película. Por lo tanto, no iba a sentirse del todo cómoda. Con esta última entrega, además, regresa a un lugar desolador. La Tierra está destruida, como nos da a entender esa visión de París destruida (¿París? Ah! Claro, el director es francés). A Ripley ya no le queda nada. Y con ese desolador panorama se despide la saga. Algo más para añadir a la lista de razones por las que no me gusta esta película. Ripley estaba muy bien como estaba y nos la han llevado a un final perturbador. No me quedo tranquila.
En fin, hasta aquí he llegado. Me quedan muchas cosas en el tintero, pero no quiero alargar esto más de lo que ya lo he hecho. Si habéis llegado hasta aquí, gracias por haberos tomado las molestias de leerme. Agradecería que dejárais un comentario. Ya lo he dicho al principio, para nada soy una entendida en cine, pero Alien me encanta y ahora que he vuelto a ver la cuatrilogía de tirón sentía la necesidad de, más que dar mi opinión, desahogarme. Creo que me he quedado a gusto. Lo diré siempre. Alien 1 y 2 son verdaderas obras de arte. La 3 es pasable, pero la 4 es ya una risa y no hace justicia a la historia. Me quedan por ver las Alien vs Predator, pero esas ya me las tomo de otra manera más tolerante. No está mal coger a uno de los más malos del cine y hacer otra versión, algo diferente. Mientras me dejen tranquila a Ripley, todo vale. Por cierto, también tengo pendiente Prometheus, precuela de esta saga. Igual me tenéis aquí de nuevo contando mis impresiones. Hasta entonces, un saludo!