Lady Gaga nos espera

Escribo estas líneas con The Fame de fondo, el primer disco de Lady Gaga. Mañana por fin es el gran día. A primerísima hora de la mañana cogeremos un avion con destino a Barcelona para, horas más tarde, acudir a esa gran cita que va a reunir a miles de fans de toda España: el primer macro-concierto que Lady Gaga va a dar en España. Esta genial diva ya ha estado en otra ocasión en nuestro país, pero antes no era tan famosa como lo es ahora, no destacaba tampoco por su excentricidad y no era el fenómeno de masas en el que se ha convertido. Este va a ser, por tanto, su primer "concierto" aquí.

Nos enteramos de la noticia, de que venía, allá por el mes de abril. Nos llenamos la boca de agua contemplando la posibilidad de ir. ¡Qué bonito sería! Entonces, casi de la noche a la mañana, anunciaron que se iban a poner a la venta las entradas el día 6 de mayo. Teníamos un margen de dos días para decidirnos si queriamos ir o no. Lo que empezó siendo una fantasía podía llegar a hacerse realidad y entonces lo vimos ya como una locura. ¿La hacíamos? ¿Le echábamos valor y hacíamos la locura de comprar las entradas? No lo pensamos dos veces. En ese estado de caos total no podíamos permitirnos pensar, porque si pensábamos más de la cuenta al final no íbamos a ir. Casi con los ojos cerrados dijimos que sí. SÍ.

Como ya he dicho antes, las entradas se pusieron a la venta un 6 de mayo a las 10 de la mañana. Minutos antes de esa hora ya estaba yo en casa con el portatil encendido y metida en las páginas web que iban a vender las entradas, para que no se me escapara ni una. A la hora en punto las páginas se colapsaron, yo estaba en casa sufriendo, nerviosa, las manos me temblaban. Cuando por fin una de las páginas me dejó acceder a la compra estaba hecha un flan. De verdad, para haberme visto, porque estaba muy nerviosa. Cuando por fin se completó el proceso de compra mi primera reacción no fue la de pegar botes y alegrarme. Aun estaba que no me lo terminaba de creer, tenía que comprobar que todo había salido bien, que de verdad había comprados las dos entradas. Sí, todo era correcto, como pude ver segundos después. Ahora sí que podía chillar de la emoción, gritarlo a los cuatro vientos, mandar mensajes a todo el mundo. Ahora sí que sí, el sueño empezaba a cobrar vida.

En este preciso instante nos quedan apenas 24 horas para irnos a Barcelona. Hemos tenido unos días de nervios muy intensos, pero la sensación que tenemos ahora es indescriptible. No nos lo creemos. No nos creemos que mañana vayamos a estar en Barcelona pasando el día y disfrutando de una de nuestras divas por la noche. Mirad si nos gusta esta mujer que hasta en Carnavales nos disfrazamos de ella. En aquel momento ni por asomo podíamos pensar que la veríamos alguna vez.

En fin, quería contaros esa parte de fantasía hoy, haceros partícipes de nuestro sueño. Cuando volvamos las palabras no serán tan sentidas, connotarán una fuerza y emoción tremendas, porque un espectáculo como del que vamos a ser testigos no deja indiferente a nadie.

Hasta dentro de dos días...