miércoles, 6 de noviembre de 2013

No me toques las Erasmus y la tele que me conozco...


...o "sin tele y sin Erasmus, Miri pierde la cabeza". 

No me ha gustado nunca hablar de política. Cuando era pequeña lo veía un tema de mayores, algo aburrido y de lo que apartarme. Pero todo llega, igual que cuando de pequeño te mojas los labios con el vino o la cerveza de tu padre y juras no beber nunca nada alcohólico porque sabe a rayos. ¡Bendita inocencia! ¡Y qué efímera es! Sin darnos cuenta, la realidad nos golpea y somos personas más conscientes de lo que nos rodea. A mí la política ya ha dejado de darme igual. No puede seguir dándome igual cuando pasan tantas cosas y tan injustas a mi alrededor, algunas incluso me afectan directamente. 

Como casi siempre que acabo escribiendo sobre política en este blog, algo me ha impulsado a hacerlo. En este caso, llevamos una semana que tiene tela. Dos son las cosas que quisiera destacar aquí, porque de alguna manera me tocan lo que es mío. La primera es ese casi circo que ha montado el ministro Wert a propósito de las becas Erasmus; la segunda, el cierre de nuestra televisión pública valenciana. Son dos cosas aparentemente diferentes, pero en esencia iguales. Ambas se cogen de la mano porque afectan al ciudadano de a pie, al trabajador, al estudiante, a quien más sufre con esas decisiones que toman los de arriba en aras de lo que ellos consideran un bien común: recortar de un sitio para beneficiar otros sectores más desfavorecidos. Eso suena bonito, pero la realidad y la práctica son otra cosa totalmente diferente. No nos ponemos todos el cinturón, nos lo atan a nosotros al cuello y ellos siguen con el cinturón desabrochado de tanto que se llenan la barriga o, en este caso, los bolsillos de dinero. No hay justicia por ningún lado, luego el planteamiento inicial no es válido y protestamos.

En el caso de las becas Erasmus, han querido pisotear aun más a los estudiantes y esta vez les ha salido el tiro por la culata al haber aplicado esa medida con los alumnos que ya se encontraban realizando estudios en otras universidades europeas en este curso vigente. El recorte y las nuevas medidas estarán el curso próximo a menos que pongamos remedio antes. De momento se ha conseguido salvar el tremendo sinsentido que iba a acaecer sobre los Erasmus de este año. Una pequeña batalla ganada, pero falta mucho por ganar esta guerra que ha empezado este gobierno de fascistas enmascarados contra la Educación, contra lo que nos forma como personas y ciudadanos de bien. A mí, como parte del sistema educativo, me han fastidiado a base de bien; soy una profesora que no ejerce como tal en la Escuela Pública. Pero ya tocarme las Erasmus habiendo sido yo una beneficiara de esa beca hace años, es tocarme la fibra sensible. A mí esa experiencia me cambió y mucho, mi vida no sería la misma y le estaré eternamente agradecida al programa Erasmus por todo lo que me ha dado. No puedo soportar que le nieguen ese derecho a otros jóvenes.Y como yo, otros ex-Erasmus piensan igual. No saben con quién han ido a meterse...

Por otro lado, mi indignación crece esta semana cuando el buen sabor de boca por haber conseguido los trabajadores despedidos con el ERE de RTVV que el juez declarara ilegales esos despidos ha sido tan efímero. Horas después del fallo judicial, salía nuestro presidente valenciano a comunicar el cierre de la televisión pública valenciana. ¿Dónde queda la dignidad del trabajador? ¿Dónde queda el respeto por aquellos que se ganan día a día con su esfuerzo el pan que llevarán a sus casas? Desde hace años Canal Nou daba asco porque quienes no debían se metieron a mangonear, a utilizar la televisión con fines políticos, a llenarse los bolsillos de pasta a costa de los demás. Ahora han dejado un agujero insalvable. Entiendo que no tengan dinero para pagar y entren en bancarrota, pero es algo muy fuerte y no veo que nadie pague las consecuencias de sus actos, tan sólo van a pagar el pato quienes menos culpa tienen. Cierran y lo hacen en lo que considero un acto de rebeldía. Sí, por si no fuera bastante lo que han hecho, todavía se hacen las víctimas. Quiero ver las cabezas de los (ir)responsables de todo esto, quiero que paguen por lo que han hecho, quiero ver dimisiones por haber hecho mal el trabajo. Pero, o mucho cambian las cosas, o no vamos a ver nada de esto. Estamos en la Comunidad Valenciana, aquí los déspotas tienen vía libre para hacer lo que les dé la gana. Luego todos a ver las mascletàs en primera fila, que aquí no pasa nada. Y si hay que sonreir en las fotos, "dientes dientes, que eso es lo que les jode". Mira por dónde, ahora ya no van a salir más en la tele. No hay tele.

En fin, me apetecía desahogarme un poco. Este post no va a ningún sitio, pero me he quedado muy a gusto.

¡Hasta la próxima!

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