miércoles, 27 de febrero de 2013

D-E-S-A-H-U-C-I-O

desahuciar. ‘Quitar [a un enfermo] toda esperanza de curación’ y ‘desalojar [a un inquilino] mediante una acción legal’ En cuanto al acento, la desinencia -iar sigue el modelo de anunciar ( apéndice 1, n.º 4) y el grupo -au-, el de causar ( apéndice 1, n.º 10): desahucio, desahucias, desahucia, etc.; por tanto, no son correctas formas como desahucío, desahucías, etc., ni desahúcio, desahúcias, etc. La h intercalada va detrás de la primera a, y no detrás de la s: deshauciar.

"Desahucio". Una palabra que no había oído en mi vida. O quizá sí, pero mi cabeza no la había registrado como una palabra de uso común, no estaba en mi vocabulario. Eso sí, tenía un sinónimo mucho más apañado para definir dicha acción: desalojo. Esa palabra sí me sonaba más. Pero sigamos con el vocablo que nos atañe: desahucio. Nótese que lleva una h intercalada. ¿Dónde? Lo más normal, dadas otras palabras con h intercalada con las que nos hayamos podido topar en la vida, es que situáramos la h después de la s al igual que sucede en palabras como deshacer o deshidratar. Pero no, el diccionario de la RAE, tal y como he puesto al comienzo de este post, nos dice que la h ocupa su lugar tras la a y que escribirlo de otra manera sería incorrecto. Para ambos casos, para el del conocimiento del término y para el de su correcta ortografía, una palabra se aprende cuando es usada, cuando la recibimos y la transmitimos de forma oral y/o escrita. Y aquí es cuando viene la parte desoladora de este post, porque en los últimos tiempos se está empleando mucho esa palabra y es muy triste todo lo que conlleva. 

 Os he puesto al principio la definición del DRAE, no he querido meterme en definiciones legales mucho más amplias y complejas, y hay un motivo por el que no lo he hecho de esta segunda manera. Si os soy sincera, no llego a entender en profundidad el tema este de los desahucios, su parte legal quiero decir. No entiendo bien qué quieren decir ciertas cosas, buenas y malas, implicadas en este asunto. Por ejemplo, así a bote pronto, no sé bien qué es eso de la dación en pago. Pero sí entiendo de ética, de moral, de sentimientos, de personas. Entiendo perfectamente que la situación que se vive en este país es muy injusta y lamentable. Entiendo que los banqueros y políticos han vivido por encima de sus posibilidades, por mucho que nos quieran atribuir ese marrón a nosotros; han robado, se han reído de todos nosotros, han hecho y deshecho a su antojo porque nadie les veía, y aun siendo pillados se siguen yendo de rositas. Entiendo que le están quitando a la gente sus casas y, con ellas, su ilusión por la vida. Entiendo que mucha gente no puede seguir pagando su hipoteca y los bancos se están queriendo aprovechar del más débil. Entiendo que hay muchísima gente recurriendo a actos desesperados para protestar y para reclamar lo que es suyo, como todas esas personas que se han quemado a lo bonzo frente a una sucursal bancaria. Entiendo que muchos otros, cansados de su miseria, se están quitando la vida. Entiendo que quienes deberían actuar y hacer algo por parar esta fatídica situación, los políticos, no hacen más que escurrir el bulto, mentir, hacer falsas promesas o incluso rechazar propuestas ciudadanas mucho más sensatas que las memeces que ellos mismos proponen, si es que llegan a proponerlas. Entiendo que quienes de verdad están consiguiendo pequeñas victorias son las personas, los ciudadanos que, desde la calle, desde plataformas y asociaciones se están mobilizando y están protestando. Entiendo que a todos esos que creen que una nueva España es posible se les trata como delincuentes, como enemigos del Estado y la Democracia, cuando es justamente al contrario. Esas cosas y más, sí las entiendo. Las palabras desconocidas no son impedimento para darme cuenta de la realidad de los hechos, aunque, muy a mi pesar, la palabra "desahucio" ya no me resulte tan desconocida. 

En fin, tan sólo pretendo hacer manifiesto mi malestar por este asunto y hacerlo desde mi sencillo conocimiento de causa. Soy una ciudadana preocupada por el futuro de su país, pues el presente no pinta nada bien. Seguramente haya mucha más gente como yo que no alcance a entender las cosas en su totalidad, pero no somos tontos, nos damos cuenta de lo que está pasando, de que hay gente pasándolo verdaderamente mal y que tenemos unos políticos de mierda que no se está haciendo nada por remediarlo. ¡Es tan injusto! 

Por cierto, la idea de escribir este post hablando de la palabra "desahucio" me rondaba ya desde hace bastantes días por la cabeza y fijaos qué casualidades de la vida que justo ayer o anteayer sale la Cospedal de las narices y se atreve a decir que prohíbe el uso del término. ¡Ándese a zurrir mierdas con un látigo, señora Cospedal! Esto no hace sino reforzar mi tesis de que los políticos no hacen nada por nosotros, tienen miedo de la gente, del poder de la gente. ¿Prohibir palabras? ¡Ni que estuviéramos en el 1984 descrito por George Orwell en su novela del mismo nombre! 

Espero que algún día todo cambie y mejore, que nos olvidemos de este término porque ya no haya desahucios que hacer; que se nos olvide cómo escribirlo correctamente, dudando sobre dónde colocar la h intercalada. Sería un bonito error ortográfico, una buena señal. Soñar es gratis.

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