domingo, 31 de octubre de 2010

¡Qué festín!

Las cosas que más disfrutas en esta vida son aquellas que improvisas en un momento, esas que no preparas de antemano. Ayer disfruté y mucho con una de ellas.

Agarré el coche, me puse Rihanna a todo volumen y me fui a Rojales, un pueblo que queda por mi querida Vega Baja. Había quedado con Myriam, a la que no veía desde el mes pasado. Ya le había advertido de que aquello iba a ser un "secuestro" con mi coche nuevo, pues quería enseñárselo y dar una vuelta con él, así que le dije que pensara algún sitio chulo y diferente para ir a comer. Pues bien, más acertada no pudo estar su elección. Nos fuimos a un restaurante alemán que no quedaba muy lejos y alucinamos con todo.

Para empezar, el sitio era enorme, grandísimo, y todo era como muy alemán. La inmensa mayoría de la clientela y todos los empleados eran alemanes. Las camareras iban vestidas con el típico traje alemán, con escotazo, faldas cortas y trenzas en el pelo. Auténtico. Nos sentamos en una mesa muy larga con bancos a los lados en la que, además de nosotras, se sentaría más gente luego. Puede parecer algo extraño para nosotros, que no estamos acostumbrados a compartir mesa, pero forma parte del encanto del sitio.

Llegó el momento crítico: pedir. Nos trajeron la carta y, aunque también estaba escrita en español, no teníamos ni idea de qué eran las cosas. Había muchos platos diferentes y muchos tipos de salchicha. Pasamos las hojas con algo de apuro, pero enseguida vino nuestra camarera a echarnos una mano. La mujer nos explicó todos los tipos de salchica que tenían y nos recomendó algunas cosas. Al final acabamos pidiendo las primeras cosas que nos recomendó, que fueron las siguientes:

-De entrante, un queso cremoso típico, con algunas especias por encima para darle un pequeño matiz. El queso se untaba en un pan típico de allí, salado además, el bretzel, que es como los típicos lacitos salados que venden (esos que vienen junto a galletitas saladas, peces y palitos salados, que son así como lazos lacados con algo). Buenísimo, sobretodo el pan.

-Cuando uno piensa en comida alemana, las salchichas son lo primero que le viene a la mente. Ayer teníamos que comer salchichas sí o sí, por eso al final nos pedimos las blancas, que son hervidas. Sí, uno puede pensar "qué asco, están hervidas", pero estaban de muerte. Nos las trajeron en un recipiente parecido a una salsera o sopera, tapado para que no se fuera el calor. Allí dentro, flotando en agua caliente, estaban nuestras 4 salchichas. Lástima que no salga la salsera esa en la foto, porque la hice cuando ya se la habían llevado de la mesa. Era muy chula, con unos dibujos muy chulos. Lo que sí se puede ver en la imagen son los dos cuencos con la salsa que acompañaba a las salchichas, una salsa de mostaza dulce buenísima. Siento repetir tanto la palabra "buenísim@" pero si soy fiel a la verdad, otro término no me sale. Podría decir "sublime" pero no quiero emplear sinónimos, la redundancia produce un efecto más impactante.

Todo esto lo acompañamos de cerveza, como no podía ser de otra manera. Lo mejor de todo es que la cerveza es de fabricación casera, la hacen ellos mismos. Allí en medio había unos tanques gigantes y demás artilugios donde la hacían. Disponían de tres tipos: rubia, negra o de trigo. Las probamos todas. Así acabamos, que tuvimos que hacer tiempo para volver a conducir.

Conclusión: ¡ese restaurante mola mil! Volveremos

Por la tarde, cuando salimos del restaurante cuyo nombre no recuerdo, pedí por favor que fuéramos un momento al supermercado Iceland de Torrevieja, porque nos pillaba de paso y yo tenía una importantísima misión que cumplir: comprar té. Ya lo anuncié ayer, en mi casa se mascaba la tragedia, pues sólo quedaban apenas 3 o 4 bolsitas de té inglés de desayuno y nos esperaba un largo puente en el que sin té podríamos desatar el apocalipsis. Pensaréis, "no cuesta nada ir un momento al Mercadona" pero no, porque el té que yo quiero es el importado del Reino Unido, no me vale el que venden aquí, no lo noto igual. Por eso tenía que ir a un supermercado especializado en comida de fuera. Esto es lo que compré al final, entre otras cosas: una caja gigante de 240 bolsitas de té. Si la comparamos con la caja que tenía aquí en casa de 40 bolsitas, es muchísimo más, nos va a cundir. Además, en la foto me he tomado la libertad de poneros un muñeco de Playmobil, sólo para que aprecieis el enorme tamaño de la caja de té en cuestión. Gigante.

En fin, por último, volvimos a casa de Myri y nos hicimos una infusión de manzanilla, vainilla y miel que compramos también en el supermercado ese y estuvimos hablando de más cosas, mirando vuelos de avión y demás cosas. Tuve que marcharme al poco rato, porque ya eran las 9 de la noche. Se nos había pasado el tiempo sin darnos cuenta. Y es que cuando uno está a gusto y disfrutando, al tiempo no se le presta atención. Un día redondo, sí. Hay que repetirlo, sin duda.

sábado, 30 de octubre de 2010

Mi colección de DVD: Crash y La Joven del Agua

Ayer por la tarde salí a dar una vuelta y, queriendo (más bien, deseando), acabé en la sección de dvd's de un supermercado. Había ofertones, auténticas gangas, y me puse a rebuscar entre las películas. La oferta más llamativa era la de 2 películas por 10 euros. Echando un vistazo a la estantería no había nada que me obligara a comprar, pero mirando las que quedaban escondidas encontré auténticas obras de arte, como las dos que finalmente me compré: Crash y La Joven del Agua.


La primera, Crash, la vi hace unos meses y fue de esas películas que impactan. Ofrece un debate sobre la naturaleza humana, de cómo a veces los prejuicios se adueñan de nosotros y no somos justos con los demás, o de cómo nuestro egoísmo nos ciega y nos hace cometer verdaderas barbaridades contra quienes consideramos más débiles. Si habéis visto la película, sabréis de qué cosas hablo. Si no, os la recomiendo encarecidamente. Tiene un par de escenas que le dejan a uno helado, además de con alguna lagrimilla cayendo. Mi nota, un 9 alto. Sin duda, el lunes que es festivo, obligaré a mi hermano a verla conmigo.

La otra película, La Joven del Agua, la vi hace un par de años. De por sí ya es bonita, diferente y curiosa, pero a mí personalmente me produjo una sensación extraña. Veréis, en la peli atribuyen ciertos roles a una comunidad de vecinos, como si se tratara de una partida a un juego de rol y claramente vi una relación muy directa con uno de los juegos de rol a los que más suelo jugar: los Hombres Lobo de Castronegro. De hecho, en la película hasta hay una especie de lobo o bestia. En este juego que os digo cada uno tiene un rol que los demás desconocen y la partida consiste en adivinar quién o quiénes son los lobos, además de ir aclarando los roles de los demás (bruja, cazador, ladrón, vidente, flautista, etc). En el "juego" de la película hacen algo muy parecido, intentan adivinar qué papel juega cada uno en lo que están viviendo, porque sólo así ayudarán a la joven que hay en el agua. Una auténtica joya de película. Se la recomiendo a todo el mundo incluso más que la anterior. Mola mil, pero si encima eres aficionado al rol, flipas en colores. A esta le doy un muy merecido 10 dentro de su género.

En fin, cuando veáis las películas comprenderéis por qué no las he soltado de mi mano en cuanto las he visto. Tenéis que verlas y comentar qué os ha parecido, si estáis de acuerdo conmigo o si pensáis que he tirado el dinero (esto último me dará absolutamente igual, porque para mí he hecho una compra buenísima y muy acertada).

viernes, 29 de octubre de 2010

Decoración de Halloween

Halloween, una fiesta que cada vez cobra más protagonismo en nuestro pais. Y es que una fiesta así no podemos pasarla por alto. Quitando supersticiones, creencias y demás cosas similares, para la mayoría de la gente que celebra esta fiesta se trata simplemente de pasar un día diferente, divertido y dejando que el miedo nos posea de vez en cuando. Está claro que cualquier otro día del año puede uno coger y ponerse una peli de miedo y pasarlo mal autosugestionándose, sólo o en compañía de amigos. Pero si una fiesta como esta ya existe, disfrutémosla. Convirtámonos por un día en niños y preparemos la ornamentación correspondiente con alegría, perdamos por un día la vergüenza y disfracémonos exageradamente, convirtámonos en víctimas irremediables del susto fácil y pasemos miedo provocado por las tonterías más auténticas. En otras palabras, celebremos Halloween. Estos argumentos son válidos para cualquiera, pero para una servidora se añade el factor de que he vivido esta fiesta en países donde es una tradición bien aferrada y a una le entra el gusanillo de querer repetir eso mismo siempre, esté donde esté.

Este año Halloween será el próximo domingo. Por supuesto que alguna cosa haré junto a quien me quiera acompañar, pero he de deciros que esa fiesta donde lo damos todo ya tuvo lugar este sábado pasado, pues queríamos estar todos los amigos juntos y tenía que ser esa fecha. No pondré fotos aquí de nosotros, pues prefiero de momento preservar la intimidad un poco, pero sí os comentaré y mostraré la decoración que hicimos para la ocasión.

En primer lugar os hablaré de lo que aporté personalmente a la decoración de la casa donde hicimos la fiesta. Tuve la no sé si genial idea de pedirle a la gente invitada a la fiesta que se hicieran una foto un tanto especial: un retrato mortuorio. Explico brevemente lo que es. En los dos siglos pasados era tradición en muchas casas hacer un retrato de la persona que acababa de fallecer, no sé si por tener un recuerdo o si entraban supersticiones en juego y era algo como para preservar el alma del muerto. El caso es que al difunto se le vestía con su mejor traje y se le sentaba o acostaba para hacer la foto, rodeado de algunas de sus posesiones o incluso posando con algún familiar vivo. Vamos, algo un poco gore para nuestro tiempo. Si habéis visto la película de "Los Otros", al principio hablan de esto e incluso sacan fotos reales. En fin, pensé que aquello podía dar bastante miedo y pedí a la gente que, con mejor o peor acierto, intentaran hacerse una foto con los ojos cerrados y como si estuvieran muertos. El resultado fue tremendo. Se hicieron todos unas fotos espeluznantes y muy acordes a lo que pedía. Vamos, aquello daba el pego como retratos mortuorios de verdad. Prueba de ello es que cuando fui a la tienda de fotos la dependienta lo pasó un poco mal y me despachó muy rápido para que me fuera de allí lo antes posible.

Estas son las fotos en las que podéis ver los retratos y, de paso, demás decoración.

En el patio de fuera pusimos una soga (la calavera era mía, la puse sólo para la foto)

En la chimenea pusimos unas piernas de bruja y más arriba un cuadro con una bruja muy fea saliendo hacia fuera. Parecía que su alma quería volver y matarnos a todos


Aquí podéis ver algunos de los retratos mortuorios de dos de los invitados, junto a un precioso cuadro de La Mona Lisa, vestida para la ocasión.


No pueden faltar las brujitas, muñecos feos y, lo más terrorífico de todo, las muñecas de porcelana...

En el pasillo, una máscara de payaso feo al fondo, en el espejo; y un precinto de "no pasar" en la habitación del difunto habitante anterior de la casa

Miembros amputados por el sofá, telarañas y una muerta en el cristal

Más retratos mortuorios nuestros,otro cuadro y el matrimonio muerto.

Huesos, calaveras y un bote con una cara en formol.

El otro tema es la comida. Quisimos adecuarla a la temática tétrica y pedimos a los invitados que decoraran la comida lo más de miedo posible. Dejo las fotos una vez más, que hablan por sí solas. Sólo diré que esa bandeja cutre de sándwiches es lo que mi hermano y yo aportamos. El que se lleva la etiqueta de cutre es mi hermano, que conste. Yo no estuve en casa ese día para poder preparar la comida y los días anteriores anduve muy liada con otras cosas y no pude preparar nada para decorar el plato. Dejé encargado a mi hermano, que hizo la cutrez que podéis ver en la foto. Sí, miedo daba, porque yo cuando vi aquello casi me caigo del susto y me quise morir en ese momento. No me extraña que en el concurso de comida que hicimos, nos lleváramos el premio al plato más cutre....

Mi cutre-plato de sándwiches. La verdad es que da más miedo que todo lo demás...

Dedos de bruja o patatas bravas

El asesinato de Hena la Berenjena o berenjena rellena

Fanta fantasmagórica o fanta con ojos

Toda la comida junta. Qué rico estaba todo!

Vómito de trol o tortilla de verduras

Muñecos zombies y dósis para inyectarles un antídoto o galletas de calabaza con salsa de frambuesa y leche condensada

El entierro de Lady Gaga o tiramisú

Quiero volver a Howth

Me han pedido que actualizara el blog, que hacía tiempo que lo tenía abandonado, y que actualizara contando cosas que me habían pasado. Hay muchas, todas buenas; unas más buenas que otras, pero hoy os traigo la mejor de todas: ¡vuelvo a Irlanda!

Pues sí, lo que empezó como un sueño complicado de cumplir, se ha hecho casi realidad. Digo casi porque hasta que no esté allí no me lo voy a creer del todo. De momento estoy que no quepo en mí de alegría. Ya no es sólo el hecho de volver, porque sabéis que tengo unas ganas impresionantes y que me hace mucha ilusión, sino que es que encima lo voy a hacer en unas fechas un tanto especiales. ¡Voy a volver en Navidad! ¡Y voy a pasar la Nochevieja allí! Aun estoy como en una nube, ya llegarán los nervios conforme se vaya acercando la fecha. Y bueno, porque no os he mencionado la compañía, porque entonces ya no paro de dar saltos hasta que me canse. Voy a volver a ver a casi toda la gente con la que hice muy buena amistad allí, y encima también vienen nuevos fichajes, gente que he conocido aquí tras mi vuelta y que valen mil. Vamos, todo genial. Tengo una sonrisita tonta en la cara mientras escribo todo esto, que conste.

Tenía tantas ganas de volver que hasta me atrevo a decir cosas como la del título de esta entrada, que quiero volver a Howth. Y ahora es cuando os cuento la historia de Howth.

Howth es un pueblo costero que está cerca de Dublin. Todos los turistas que vienen a pasar unos días por Dublin siempre van a ese pueblo. Aparece en las guías como un destino de visita obligatoria. Y os preguntaréis, ¿qué tiene ese pueblo para que reclame tanto al público? Pues la respuesta es nada. Es un pueblo como cualquier otro, solo que tiene un pequeño puerto y está como en una península. Pero vamos, tiene el mismo encanto que cualquier otro pueblo irlandés, con sus casitas, sus pubs y sus paisajes verdes. Lo realmente bonito son precisamente sus paisajes verdes, sus vistas desde arriba de acantilados y el faro, pero todo eso se ve desde arriba, hay que bordear la península y subir una cuesta enorme para ver todo eso. La mayoría de los turistas llegan en tren, que llega al puerto, a la parte de abajo, con lo cual si a uno no le apetece subir las cuestas no verá lo realmente bonito y se quedará sólo con el puerto. Ese es mi caso.

He estado en ese pueblo por lo menos 5 veces, acompañando a las visitas de amigos y familiares que venían a vernos. La primera vez que fui estuvo bien, porque al no conocer el sitio no me pareció tan mal aquello, pero os puedo asegurar que las demás veces han sido un poco cansinas. El puerto pesquero es bastante feo. Están todos los barcos sucios, oxidados y huele mal. Encima, otro de los reclamos turísticos es que hay focas. Bueno, mi experiencia manda y os digo que eso es mentira. Sí, focas he visto, pero sólo dos, y a veces sólo una o ninguna. Además, dan mucha pena, porque están sucias y parece que estén deprimidas, de tanto turista ahí agolpado haciéndoles monerías y tontunas.

Me reía mucho hace poco con mi prima, porque estuvo en Irlanda y visitó Howth. Como yo, no le vió tanto encanto al lugar, y nos echamos unas risas hablando de las foquitas sucias y ese puerto cochambroso. Más me río yo, que no entiendo cómo pude estar allí la friolera de 5 veces (si es que no me he dejado ninguna y son más). Hasta los irlandeses amigos nuestros no podían creer que sintieramos tanto apego por ese lugar que no tenía nada. Apego no era, es que nos debíamos a nuestras visitas y había que llevarlos a algún pueblo costero con encanto. Pero bueno, con las ganas que tengo por volver a Irlanda, es que quiero hasta ir a Howth y volver a ver a las foquitas sucias, comer fish and chips en alguno de sus pubs (mira, una cosa buena del sitio, que hacen muchos platos con pescado) e intentar bordear la península y ver esas vistas increibles, aunque tenga que subir cuestas imposibles. Debe ser que, como dice en la foto que os pongo, Howth is magic.

domingo, 17 de octubre de 2010

Grandes inventos de la humanidad: el Vicks Vaporub

Sabéis que he estado estos días bastante resfriada. Lo sigo estando, pero ya menos. Lo único que me molesta es que toso mucho, sobretodo por las noches, hasta tal punto que no puedo dormir nada y luego por la mañana estoy medio zombi. Pues bien, anoche fue una de esas tormentosas y agónizantes noches en las que la tos me hace hasta sacar alguna lagrimilla. Ya estaba yo dando la luz e incorporándome en la cama para ver si se me pasaba, cuando llegó mi padre con un bote de Vicks Vaporub, crema que yo no me ponía desde hace mil, desde que era pequeña. Vamos, que no recordaba cómo era aquello. Pero ahora ya lo puedo decir: ¡eso es mano de santo! ¡milagroso! ¡obró el milagro en mí! Dejé de toser durante unas cuantas horas, hasta que esta mañana sobre las 8 me ha vuelto a dar la tos.

Me unté la crema en el pecho, en la garganta y debajo de la nariz. Al principio, durante el primer minuto, sólo notaba frescor al respirar, se me abrieron todos los bronquios en cero coma y respiraba que daba gusto. Pero de repente la piel de todas las zonas donde puse eso empezó a quemarme, pero quemarme del frío que me daba. Descubrí lo que era aquello del frío que quema, ¡es cuando te pones Vicks Vaporub! jajajaja. Por cierto, que aquí de toda la vida lo hemos llamado así por la costumbre y por culpa de los anuncios de la tele, pero el producto se llama Vaporub. Esa tendencia a nombrarlo con la marca es algo que ya no se nos puede quitar, estamos malacostumbrados. Pero no es el único producto al que le hacemos eso. ¿Qué me decís de las galletas Príncipe? Ya puedo comprar otra marca de galletas con chocolate, que las seguiré llamando "Príncipe" jajaja

En fin, que este potingue milagroso de menta, eucalipto y no sé cuántas porquerías más, se ha ganado un hueco en mi lista de grandes inventos de la humanidad, junto al microondas, la kettle, o el mando a distancia, cosas que salvan vidas... ¡vaya si las salvan...! Si yo os contara...

Mighty Muggs de Transformers

No puedo evitarlo, me pierden las figuras y los muñecos de mis personajes preferidos de comic, series, películas, etc. Tengo mi habitación llena de esas cosas, y otras tantas que tengo metidas en cajas por falta de espacio y por haber tenido que quitar una estantería. En breve compraremos otra estantería más grande para poder dejar la habitación como estaba de mona. Pero si encuentro cosas tan monas como lo que he visto hoy, me da igual no tener espacio, tengo que comprarlas.

Hoy hemos ido al ToysRus a mirar cosas para la fiesta de Halloween de la semana que viene. De repente, mirando las figuras de Star Wars, miro al lado y...¡oh! ¿qué ven mis ojos? ¡Pero si es Optimus Prime, mi Transformer favorito! Tras haberme llamado la atención únicamente por lo mona que era (no pensaba comprarla al principio), de repente miro el precio y... ¡5 euros! ¡Pa la saca! Es que encima no es la típica figura pequeña de este tipo, sino que es de las grandes y mide unos 20 centímetros. Vamos, que es grandecita. Me ha parecido demasiado barata.


Tenía en la mano a Optimus y en la estantería quedaba aun Megatron, su enemigo, el malo de la historia, vamos. ¿Cómo no me lo iba a llevar? Tenía que ser mío también. Así que, como tenía un vale descuento de 6 euros, he decidido pillarme las dos figuras por tan sólo 4 euros las dos. Y ahora estoy más contenta que unas castañuelas. Ahora podrán estar en mi estantería así, batiéndose en duelo:


viernes, 15 de octubre de 2010

¿Error humano?

No sé si reirme o llorar, porque desde luego esto es para hacer una de las dos cosas, o quizá ambas, una primero y luego la otra. ¿Que de qué hablo? Pues de esa carta que he recibido esta mañana en la que consta la matrícula de mi coche y donde se dice que hace dos semanas tuve un accidente con otro coche nada más y nada menos que por Andalucía. Sí, esa misma cara de WTF ("what the fuck" o, traducido al español, "qué coño es esto") que tenéis ahora mismo es la que he puesto yo ante mi padre, que venía blanco de leer la carta y al que he tenido que tranquilizar, primero diciendo que yo no he tenido ningún accidente. Luego, cuando nos hemos calmado un poco más, hemos comprobado que el coche lo recogí una semana después del concesionario, pues aunque estaba matriculado, yo no había contratado aun ningún seguro. Vamos, que es completamente imposible que haya sido mi coche.


Totalmente surrealista. Tan absurdo todo... Y tal es tu perplejidad que lo primero que piensas es que ha sido todo un error humano, que han podido confundir algún número o letra de la matrícula al hacer el parte por los nervios del momento


Pero no, es mucho después, una vez has consultado a tu seguro, o al concesionario o se lo cuentas a familiares y amigos cuando te das cuenta de que todo el asunto puede ser más serio y de que quizá no haya sido un "error humano". Parece ser que no soy la primera persona a la que le pasa esto. Uys, qué raro, ¿no? Pues sí, señores, al parecer existen redes que se dedican a falsificar matrículas nuevas, porque se supone que los dueños de esos coches los aseguran a todo riesgo, y luego hacen partes de siniestros en los que han tenido un accidente con esos coches "falsos". Como se supone que mi coche está a todo riesgo, al otro coche se lo paga todo el seguro de mi "coche falso". ¿Veis la trampa? Pues por lo que creemos, mi coche ha sido víctima de esa falsificación. Toda una putada y con mayúsculas. En serio, la gente por conseguir cuatro duros hace verdaderas barbaridades y esto me parece super vergonzoso. ¿Es que no se dan cuenta de que detrás de esos números y letras que falsifican hay personas? Personas con diferentes circunstancias sociales y económicas y que nos pueden llegar a hacer mucho daño. Menos mal que ahora puedo probar que mi coche no es el que ha estado implicado en ese siniestro, pero ¿y si me vuelve a pasar en otra ocasión y no puedo probar nada? Sí, mi seguro lo paga todo, pero aun así me parece un abuso.


Llegados a este punto entendéis que no sepa si reir o llorar, ¿no? Porque por un lado me entra la risa porque ha podido ser un error humano y ¡vaya susto más tonto me han dado! Pero por otro lado, si mi matrícula anda por ahí falsificada, no me hace ni pizca de gracia. Ya no voy a poder ir tranquila sabiendo que en cualquier momento me puede llegar otra carta como la de hoy... En fin, voy a decantarme por reirme, por probar que soy inocente y olvidar todo esto asunto, porque la otra opción no me apetece nada de nada...

martes, 12 de octubre de 2010

Por fin tenemos kettle

Hervidor de agua no. Para mí ese maravilloso electrodoméstico siempre se llamará "kettle". Nunca habíamos tenido uno en casa, las infusiones siempre las hemos hecho calentando el agua en el fuego o en el microondas. Es más, eso de un aparato así que calentara el agua para nosotros ha sido siempre impensable. Sólo cuando me fui a Inglaterra o Irlanda me di cuenta de que semejante chisme estaba inventado y existía en todos los hogares. ¿Cómo había podido vivir todo ese tiempo sin uno en mi cocina? Con lo aficionados que somos aquí a los tés y a las infusiones... Pues señores, ¡eso se ha acabado! Ayer compramos una kettle, en concreto la que podéis ver en la imagen. Es super chula, así con un toque retro (de hecho el modelo se llama así, "retro"). ¡Mola mil! Así que nada, la acabo de estrenar para hacerme un té, que hoy estoy bastante resfriada y me apetece tomar cosas calentitas.

sábado, 9 de octubre de 2010

Los discos imprescindibles en mi coche nuevo (parte 3 de 5)

En esta tercera entrega quería hablaros de los Beatles, pero como se merecen una mención muy especial y ahora mismo me encuentro un poco mal, los dejaré para más tarde. Lo que haré será comentar algo mucho más ligero:


LOS DIRECTOS
No sé qué tienen los discos en directo, pero donde mejor suenan es dentro de un coche y conduciendo. Rebuscando entre los pocos directos que tengo, me he decantado por llevarme dos al coche.


Disco nº11: Mónica Naranjo - Stage
Me encanta esta mujer, tiene una voz potente, segura e inconfundible, capaz de dejar a cualquiera boquiabierto. Hace un par de años volvió al panorama musical despues de casi una década sin hacer nada. Su disco, Tarántula, me pareció absolutamente genial, un regalo que le hacía a sus fans para compensar su ausencia de años. Pero, no conforme con eso, va y nos hace dos regalos más: saca Stage y Adaggio. El primero, al ser un directo y con temas de todo su repertorio, es todo un acierto. Además, me compré la edición especial que tenía dvd del concierto que dio. IMPRESIONANTE. Al coche que se va. Y el segundo disco, que aviso desde ya que no tengo, eran éxitos suyos interpretados por una orquesta sinfónica y cantados por ella así como más lentos. Hizo una gira por España para promocionar este último álbum y tuve la gran suerte de poder ir a verla cuando vino al teatro principal de Alicante. Fue una pasada. ¡Qué diva!


Disco nº12: Efecto Mariposa - Vivo en vivo
Hace unos meses me dio por escuchar a este grupo. Todas sus canciones son muy buenas y enganchan. Además, siempre te sientes identificado con la mayoría de sus letras. Un día, mirando discos en Carrefour, di con éste y, como estaba de oferta, lo compré. Os aseguro que durante varias semanas lo estuve poniendo sin parar en el salón de mi casa, mientras hacía un puzzle gigante o hacía otras cosas. Pero es que además, un amigo mío lo puso en su coche y aquello sonaba que daba gusto. Ahora quiero experimentar lo mismo en mi coche.

jueves, 7 de octubre de 2010

Arrancando motor

Allí estaba, cubierto con una tela roja. Parecía un regalo, un regalo enorme, de esos tan grandes que te cuesta trabajo creer que lo hayan podido envolver tan bien. Lo hemos destapado. Precioso. Con ese color azul estrella que a mí tanto me gustó la primera vez que lo vi. Con esa elegancia y esa presencia. Olía a nuevo, ese olor que sólo desprenden los primeros días. Me lo han explicado todo. Demasiada información en tan poco tiempo. Lo he arrancado. IMPRESIONANTE.

De verdad, conducir este coche ha sido algo increible. Acostumbrada como estoy al coche viejo, con este he notado una diferencia abismal. Para empezar, con los nervios que tenía, me ha venido de perlas poner el aire acondicionado. Ya no volveré a ir en una sauna móvil. Además, el coche va solo, no tengo que pisar los pedales a fondo ni para acelerar ni para frenar, con un toque suave es suficiente. Y cuando he ido a aparcarlo, ¡eso sí ha sido orgásmico! Ya no tendré que hacer músculo y sudar la gota gorda para mover el volante porque tengo dirección asistida, el mejor invento que ha creado el hombre después del microondas. Ahora puedo hacer como en Karate Kid, "poner cera" y "pulir cera" para mover el volante con una sola mano. MARAVILLOSO.

Os dejo una imagen sacada de internet, del modelo de coche y color, aunque mi coche (MI coche, ¡qué bien suena!) es ligeramente diferente, porque tiene 5 puertas y no 3 como hay aquí en la imagen.

miércoles, 6 de octubre de 2010

Los discos imprescindibles en mi coche nuevo (parte 2 de 5)

Hay que ver lo que cuesta comprarse un coche. ¡Cuánto papeleo y cuánta cosa! Mi coche estar, estaba listo en el concesionario, pero me faltaba contratar el seguro. Después de mirar en varias compañías y dar miles de vueltas, por fin tengo seguro y mañana mismo iré a recogerlo. ¡Qué ganas! Estoy bastante nerviosa. Ya os contaré qué tal la primera experiencia conduciéndolo. Pero ahora, al lío. Ahí va la segunda tanda de discos:

ESOS PEQUEÑOS GRANDES DESCONOCIDOS

Disco nº 5: Love of Lesbian - 1999 (o como generar incendios de nieve con una lupa enfocando a la luna)

Llevan ya unos años en el panorama musical, pero nunca había oído hablar de ellos hasta hace bien poco. Ahora son uno de los grupos que más me gusta y que más escucho, porque nunca fallan con ninguna de sus canciones, pero tengo que reconocer que la primera vez que, por curiosidad ya que se hablaba tanto de ellos, puse una de sus canciones al azar, no me gustó demasiado la voz de su cantante. Pero como no soy de las que juzgan a primera vista, les di una segunda oportunidad y ahora os prometo que estoy enganchada a esa voz que encuentro tan peculiar. Además, después de haberlos visto en directo en San Vicente hace unos meses, mis dudas han quedado más que disipadas. Y es que este es un grupo de los que hay pocos. Es uno de esos conjuntos que van a más y siempre gustan y cuyos álbumes tienen el don de engancharte de principio a fin. Vamos, que con ellos no pasas una canción porque te aburra, sino que te zampas el disco de principio a fin y sin pararlo.

Éste es el primer disco que escuché de ellos y del que tocaron la gran mayoría de las canciones del concierto al que fui. Tiene cancionzacas, para qué vamos a engañarnos. Empieza con una canción potente, Allí donde solíamos gritar, para seguir con todo un temazo, Club de fans de John Boy. Una vez que te ha embaucado y has caído en sus redes, te regala grandes temas como Algunas plantas, Incendios de nieve o Te hiero mucho. Todo un tesoro musical. Se tiene que venir conmigo al coche.

Disco nº 6: Second - Fracciones de un segundo

No recuerdo en qué momento y con qué canción empecé a escucharlos, pero lo que sí recuerdo es que al escuchar este disco fue como si me sonaran todas las canciones. Ya los había escuchado antes en algún sitio. Al momento ya quedé prendada con este álbum. Vuelve a ser uno de esos grupos que son tan buenos en lo suyo que poco esfuerzo tienen que hacer para gustar al público. Vamos, conmigo lo consiguieron en cero coma. Además, a ellos también los vi en un concierto, acústico para más inri, y me sorprendieron para bien. Esa fuerza, ese optimismo y ese buen rollo nos lo supieron transmitir. Se merecen estar en mi coche, para esos momentos en los que me quiera desestresar y cante a grito pelado.

Disco nº 7: The Ting Tings - We started nothing

A estos aun no los he visto en directo, pero a puntito he estado. De todas formas, son de los pocos por los que una servidora se pondría a gritar al viento como Escarlata O'Hara que "¡a Dios pongo por testigo que los veré en concierto algún día!"

La primera canción que escuché fue la de That's Not My Name, que tenía un algo. No era un gran tema, ni tampoco decía mucho de ellos, pero sí enganchaba. Fue de las últimas canciones que sonaban en Irlanda cuando estuve de Erasmus, por eso me la descargué y formó parte de mi banda sonora allí. No volví a saber de ellos hasta que un año después me fui de viaje a Londres y visité una tienda de discos HMV. Allí estaba este disco, en oferta además, y me llamó la atención. Como quería traerme algo nuevo que no hubiera escuchado antes, me lo compré y, queridos lectores, aquello fue amor a primera vist..."oída". Este álbum forma parte también de mi colección de ducha. Sí, los discos que pongo en la radio cuando me estoy duchando y que me transmiten un buen rollo (ahora ya sabéis por qué he llegado tarde alguna vez a los sitios si antes me he tenido que duchar...). Ahora quiero que haga doblete en mi colección de coche.

Disco nº8: Sidonie - El incendio

Hace unos pocos meses, mientras leía el periódico local, vi un concurso en el que sorteaban 5 entradas dobles para ir a verlos a San Vicente. Gané. No los conocía para nada, sólo sabía que a un par de amigas mías les gustaban, pero como no tenía otra cosa mejor que hacer, agarré a mi hermano en contra de su voluntad y allá que nos fuimos de concierto. Horas más tarde, cuando llegamos a casa, los dos nos pusimos como locos a escuchar las canciones en Youtube. Y es que estuvieron genial. Guitarras eléctricas por un tuvo, al más puro estilo de rock; unas letras simples pero con garra, unos tipos super majos y cachondos que no pararon de animar al público, y un ambientazo allí genial. Así, ¿cómo no vamos a quitarnos el sombrero ante un grupo como este? Además, tengo una anécdota con el cantante que ya no me hace olvidarlos. Veréis, iban a cantar una lenta y pidieron al público que nos sentáramos en el suelo. Yo no tenía espacio suficiente para poder sentarme, así que me quedé en cuclillas. El problema era que me acababa de beber una litrona de cerveza prácticamente yo sola y en aquel momento estaba un poco mareada, así que de aguantar el equilibrio, poco. Entonces el cantante empezó a pasearse entre todos nosotros y se puso justo a mi lado. Yo estaba de los nervios porque estaba poniéndole el micro a la gente para que continuaran la canción y ya sabéis que yo no me sabía ninguna. Además, mi equilibrio no estaba en su mejor momento, no paraba de balancearme intentando no caerme y el gracioso de mi hermano no ayudaba, pues estaba dándome toquecitos para que me cayera, riéndose de la situación. Vamos, que por poco me como al cantante ahí mismo, ante la mirada de todo el mundo. En fin, dentro de este disco guardo también estas anécdotas. ¡Al coche!

Disco nº 9: Two Door Cinema Club - Tourist History

Este disco también engancha de principio a fin. Es como el canto de las sirenas, que lo vuelven a uno tonto. Son el gran descubrimiento del año y a lo grande, porque los conocí en verano y ya se sabe que la banda sonora de un verano deja huella para toda la vida. Fue en Murcia, en el coche de una amiga, a todas horas, en todas las carreteras, en todas las celebraciones. Esas cosas, si me permitís volver a usar la expresión, dejan una profunda huella y transforman las cosas mágicamente en grandes recuerdos.

Hace unas semanas, mientras miraba discos en la Fnac, encontré este álbum y no me lo pensé dos veces, lo compré. Lo tengo ahora como el más mimado de la casa, porque es el nuevo, el último, y el que hasta hace bien poco escuchaba sin parar en tierras murcianas. Si lo disfruto tanto en casa, en el coche tiene que ser una pasada. Os dejo con todo un temazo que, además, tiene un vídeo muy bueno:



Disco nº 10: Vetusta Morla - Un día en el mundo

¿No os ha pasado alguna vez que, estando en la tienda de discos, hay alguno que os atrae por razones desconocidas? No estoy hablando de que os llame la atención por su portada sino que, por algo totalmente incomprensible, sintáis deseos de comprarlo a ver qué tal suena. Pues eso me pasó con éstos. Sacaron el disco y a mí, sin saber nada de ellos, me entraron las ganas de tenerlo.

Pero eso de que no los había escuchado antes no era cierto del todo. Una noche que salí de fiesta por Guardamar sonaba una canción que me encantó y de la que intenté retener parte de la letra para buscarla luego por internet. No hubo suerte, memoricé mal la letra y no encontraba nada que se le pareciese. ¡Qué lástima! Esa canción parecía un fantasma, una ilusión que nunca había existido. Y cuando ya la había conseguido olvidar, va y me suena un día en un bar. Como os imaginaréis, por supuesto que me puse como loca a preguntar a todo el mundo qué canción era y de quién. Cuando me respondieron que era Valiente de Vetusta Morla me quedé blanca. Ése era el disco que me había atraído tanto en la tienda. En serio, fue todo como muy fantasmal, de hechizo. Que la canción pasará ante mi como un fantasma y que el cd me atrajera tan irracionalmente no es algo muy normal. Así que nada, el disco fantasma se viene a aparecerse en mi coche. Espero que no incite a que una de estas noches que conduzca bajo la lluvia me aparezca la niña de la curva...


Pues nada, hasta aquí la segunda tanda de discos. ¿Qué os parecen? ¿Veis ya al "elegido" para estrenarme el equipo de música? Os dejo comentando. ¡Hasta la próxima!


martes, 5 de octubre de 2010

70 aniversario de Lennon

Leía hoy por ahí que esta semana es el 70 aniversario del nacimiento de John Lennon y una servidora, como buena beatlemaníaca que es, no puede no hacerse eco de la noticia y no rendir su pequeño homenaje. Siempre me he preguntado qué habría seguido aportando al panorama musical y social de no haber muerto a manos de aquel loco. En fin, os dejo con una canción que siempre me ha gustado mucho de él en solitario, Starting Over.

lunes, 4 de octubre de 2010

Los discos imprescindibles en mi coche nuevo (parte 1 de 5)

Año nuevo, vida nueva. Al menos es lo que se suele decir, pero a las alturas de este 2010 en las que estamos, que ya casi no queda nada para el 2011, lo de vida nueva no viene con el año, sino con otra cosa. Si me lo permitís, usaré esta otra expresión de fabricación casera: coche nuevo, vida nueva. Sí, queridísimos lectores, me acabo de comprar un coche nuevo y me siento como si mi vida fuera a cambiar. ¡Fíjate tú qué tontería más grande! Pero no puedo evitar esos nervios que tengo mientras espero a que me lo den, que es cuestión de días ya.

Mientras tanto, para no hacer la espera tan pesada, me he puesto a rebuscar entre mi colección de discos y se me ha ocurrido hacer una selección de unos cuantos para llevármelos al coche en un portacd's y dejarlos allí, porque nunca se sabe en qué momento me va a apetecer escuchar cada estilo de música. Y además, me he dicho "¿por qué no compartirlo con la gente y que me den su opinión?" y por eso mismo, aquí estoy.

Os voy a hablar durante estos días de los 20 discos que han sido seleccionados de entre cientos (y no exagero, creo que tengo demasiados). Os contaré un poquito por qué los he escogido, cuál es mi historia personal con cada uno de ellos y compartiré con vosotros canciones que me llaman especialmente la atención por el motivo que sea. Y además os propongo otra cosa, que me ayudéis a escoger uno entre esos 20. Ése será el elegido para estrenar mi equipo de musica del coche. Vamos, todo un privilegio, por eso no puedo elegirlo a lo tonto, necesito pensar y que me ayudéis. Pero a esto volveré más adelante, cuando os haya presentado a esos 20 candidatos. De momento, vamos con la primera tanda de discos.


MIS DIVAS
Para quien no lo sepa, me encanta el pop femenino y, si me hacen elegir entre mis grandes divas, me quedo con éstas sin dudarlo ni un momento. Echo de menos en esta selección a Christina Aguilera, otra de mis grandes favoritas, pero es que de ella no tengo el disco que quiero para llevar en el coche, que sería Stripped. Tengo otros y muy buenos, pero quería ése en concreto y no lo tengo...aun. Si Papá Noel o los Reyes Magos están leyendo esto, ya saben. En fin, he aquí mi Olimpo de las Diosas del Pop:


Disco nº 1: Britney Spears - My Prerogative

Por mucho que esta chica haya protagonizado los más sonados escándalos de los últimos años, yo la sigo queriendo igual. Desde su Baby One More Time ya me cautivó. A partir de ahí cada vez se ha ido superando. Para mí no hay ningún disco que haya ido en declive, sino que todos ellos han ido evolucionando poco a poco. Quien diga que Blackout, el disco que sacó después de montar el espectáculo de raparse la cabeza y volverse loca, es un paso atrás es que no lo ha escuchado con atención, porque tiene muy buenas canciones. Pero como para gustos hay colores, dejo esa discusión aparcada y me remito a los hechos: su siguiente disco, Circus, fue un éxito total y esta mujer sigue cosechando éxitos, le pese a quien le pese.

Me ha costado mucho decidirme por un disco de ella, porque Britney y Circus me gustan muchísimo, pero ¿qué hay de otras canciones de otros discos que son también geniales? Solucionado: me llevo este disco de grandes éxitos y salimos todos ganando. Sí, tiene otro disco de singles mucho más reciente, pero no lo tengo. Una vez más hago un llamamiento a los Reyes Magos.



Disco nº 2: Madonna -American Life



Y pasamos de la princesa a la reina del pop. Creo que con ella sobran las palabras, la sola mención de su nombre ya lo dice todo. Madonna tenía que estar en mi coche. Pero con ella, a diferencia de Britney, no he escogido un disco de grandes éxitos (cosa que podría haber hecho porque tengo el doble disco de Celebration). He hecho un gran esfuerzo, pero finalmente me he decantado por uno de mis dos discos favoritos de ella. La cosa estaba entre Confessions on a Dancefloor y American Life. Ha sido dificil, pero con sólo oir temazos como éste que os dejo a continuación, lo he tenido muy claro:




Disco nº 3: Lady Gaga - The Fame Monster


Me gustó desde un principio. Fue escuchar Just Dance y convertirme en su más fiel seguidora al momento. Era recatada, sencilla y normal. Su música fue lo que me gustó de ella. Me pareció escuchar algo nuevo, musicalmente hablando. Pasó un tiempo, subió al estrellato y con eso pegó un cambio radical y empezó a convertirse en la extravagante, original, bizarra y polémica cantante que es ahora. Me gustaba su música y ahora me gustaba su excentricismo. Resultado: la adoro. No es que me guste todo lo que hace en cuanto al show business que ha montado alrededor suya, pero sí la encuentro peculiar, creativa y, sobretodo, atrevida. En líneas generales, me gusta bastante como artista. Tanto es así que en diciembre iré a verla a Barcelona, momento que espero con mucha ansía. Creo que mis ojos serán testigo de un espectáculo insólito e impresionante. Pero eso ya os lo contaré a su debido tiempo.

Con ella sí he hecho un poco de trampa, pero es que no puedo evitarlo. The Fame Monster, álbum que contiene su primer disco íntegro más un LP con 8 nuevas canciones, tiene que estar en mi coche sí o sí. No puedo escoger entre Poker Face y Bad Romance, o entre Love Game y Telephone. Si esta señorita se ha encargado de fabricarnos un álbum que lo contiene todo, no vamos a hacerle el feo, digo yo.


Disco nº 4: Kylie Minogue - X

Que Kylie me encanta es un hecho que todos debéis ya de saber, pues me he preocupado por gritarlo a los cuatro vientos en diversas redes sociales. Pero la elección de este disco, además de ser porque las canciones son lo más, viene acompañada de una carga emocional. Ésta es su historia:

Me había ido a Irlanda de Erasmus todo el año y justo por aquel entonces, esta mujer sacó este disco. Me cansé de escucharlo por internet y de mirarlo con deseo cada vez que iba a la tienda de discos. No podía comprarlo porque como acababa de salir como novedad, estaba bastante caro de precio. ¡Cuántas veces tendrían que pasar la fregona en la tienda para secar mi rastro de babas! ¡Y cuánto músculo debieron desarrollar mis amigas cada vez que tenían que sacarme a rastras de la tienda porque yo me quedaba ahí lamentándome! Pues bien, llegó mi cumpleaños, el primer cumpleaños que pasaba lejos de mi familia y amigos, el primer cumpleaños que pasaba con gente nueva, y van ellos y me dan la gran alegría y sorpresa de regalarme este disco, entre otras cosas. A partir de ahí, sólo os digo que lo traje a España casi rayado de tanto ponerlo y manipularlo. Se convirtió, no sólo en un recuerdo más, sino en parte de la banda sonora de mi Erasmus y ése es motivo suficiente para que lo considere uno de mis tesoros musicales. Por cierto, la canción que más me gustaba repetir una y otra vez es esta:



En fin, hasta aquí la primera tanda de discos. Mañana más. Ahora os dejo comentando este post que me ha llevado un rato escribir. Decidme cosas.

domingo, 3 de octubre de 2010

Huele a pino

¡Cuántas vueltas he dado! Pero aquí estoy de nuevo y con un diseño más sencillo, sin las pomposidades de mis blogs anteriores. Un blog tan simple como el ambientador de pino de toda la vida. Bienvenidos a Nuevos Aires, un blog donde se respira diferente.